Visten sus figuras para el Día de la Candelaria

Capitalinos reactivan tradición y abarrotan corredor del Niño Dios

Cientos buscan ropones en la calle Talavera, en el corazón de la Ciudad de México; el atuendo de doctor, el más socorrido tras dos años de impacto de Covid

Tras dos años de restricciones, en el callejón en donde se visten los Niños Dios se registraron alglomeraciones, ayer.
Tras dos años de restricciones, en el callejón en donde se visten los Niños Dios se registraron alglomeraciones, ayer.Foto: Frida Sánchez|La Razón
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El Corredor del Niño Dios, en el corazón de la Ciudad de México, volvió a llenarse de familias en busca de ropones para arreglar y vestir sus figuras de porcelana, a unos días de que se celebre el Día de la Candelaria.

Este martes, miles de “madrinas” y “padrinos” visitaron la calle de Talavera, en la zona de La Merced, para cumplir con el encargo al que se hicieron acreedores el 24 de diciembre, tras arrullar al Niño Dios, o el 6 de enero, cuando les salió el niño en la Rosca de Reyes.

Tras la pandemia de Covid-19, que puso en jaque a miles de comerciantes en esta época por la baja en la demanda, este año regresaron los tumultos de mujeres y hombres en busca de todo tipo de artículos para llevar a bendecir a su Niño Dios el próximo jueves, la mayoría ya sin cubrebocas y sin observar las medidas restrictivas que se aplicaron todavía el año pasado.

Una de las vestimentas más solicitadas entre los fieles católicos este 2023 es la del Niño Doctor, comentaron comerciantes de la zona a La Razón, pues para muchas familias, pedir por su salud es la prioridad para este año.

Tras dos años de restricciones, en el callejón en donde se visten los Niños Dios se registraron alglomeraciones, ayer.
Tras dos años de restricciones, en el callejón en donde se visten los Niños Dios se registraron alglomeraciones, ayer.Foto: Frida Sánchez|La Razón

No obstante, la variedad de trajes es tan amplia como la gama de precios. Aquí se ofertan ropones desde 100 pesos para los niños más pequeños, del número 8, hasta mil pesos para las figuras más grandes, las que miden 30 centímetros.

En las vitrinas no faltó el Niño Dios vestido de azul o con batita blanca y estetoscopio, aunque también se vieron otros atuendos, como el Niño de las Palomas, el de la Sabiduría, el de Nazaret, o el asociado a santos, como el de San Charbel, entre muchos otros.

Carmela Juárez visitó el corredor junto a su esposo en busca del mejor atuendo para el Niño Dios de su madre, un gasto que, aseguró, “no me pesa hacer”, pese a la cuesta de enero. Explicó que “es una tradición muy bonita que tenemos; este niño lo tiene mi familia desde hace muchos años, era de mi bisabuela, y así se ha ido pasando a las siguientes generaciones cada año”, contó.

Aquí también se reparan figuras, aunque, comentaron artesanos que llevan varias décadas dedicándose a esta actividad, los días previos a la Candelaria generalmente son para reparaciones menores, debido a que queda “poco tiempo”. Lo que más se solicita de “última hora” es arreglar extremidades rotas como dedos de las manos o pintar “detallitos” de la cara.

Además de ropones y túnicas, entre lo más vendido en estos días destacan huaraches, sillas, canastas, así como veladoras y ramitos de flores, para que los creyentes acompañen a su figura el día que le toca recibir su bendición.

Gamaliel, un capitalino de la tercera edad, comentó a este medio que para él, es “una obligación” venir a vestir a su niño, pues “para poder pedirle, uno también tiene que cumplir su obligación, de tenerlo al tiro… además, hay mucha ropita bonita de dónde escoger”.

Otros ciudadanos entrevistados en medio de las aglomeraciones del callejón, comentaron que iban dispuestos a gastar entre 300 y 400 pesos en el atuendo de su figura.

Aunque el Corredor del Niño Dios, en el antiguo barrio de La Merced, es el sitio por excelencia al que acuden miles de creyentes cada año, no es el único lugar de la capital donde se visten estas figuras, pues en otros mercados e incluso en puestos ambulantes de otras zonas también se puede acceder a este servicio.

En 4 alcaldías, tamales al pastor, de suadero...

Con motivo de la celebración del Día de la Candelaria, cuatro alcaldías de la Ciudad de México alistan ferias del tamal, para que este jueves, miles de capitalinos puedan disfrutar de este típico alimento a costos accesibles y en compañía de sus familias, ya sin el temor de los últimos años por el cierre de actividades.

Este 2 de febrero habrá oferta de tamales de cochinita pibil, mole, suadero y gran variedad de atoles en la explanada de la alcaldía Venustiano Carranza, desde las 10:30 a las 21:00 horas.

La alcaldesa Evelyn Parra anunció que habrá 20 expositores que ofertarán una diversa gama de este típico alimento, además de que se podrá degustar el atole elaborado en San Pedro Actopan, Milpa Alta.

Durante el evento se podrán consumir los tamales de diferentes ingredientes, al mismo tiempo que los asistentes podrán disfrutar de las amenidades colaterales, entre las que se incluye la participación de la Sonora Dinamita.

En la alcaldía Iztapalapa, los festejos comenzaron al inicio de esta semana, con su propia Feria del Tamal, que tiene lugar en la Macroplaza de la explanada de la demarcación.

El evento estará vigente hasta el próximo 5 de febrero y dentro del mismo se contará con la participación de 65 expositores y más de 100 preparaciones diferentes de tamales.

En esta alcaldía, como es ya una tradición, miles de capitalinos y turistas extranjeros aprovechan para conocer al Niño Dios monumental que está exhibido en la plancha de la alcaldía.

Otra demarcación en donde la venta de tamales ya es toda una tradición es Coyoacán, que este año celebra la edición XXIX de su Feria del Tamal, la cual estará vigente hasta el próximo viernes 3 de febrero, en la explanada principal de la demarcación.

Aquí se podrá consumir este platillo típico con sabores como mermelada, fresa, tequila y al pastor. Se prevé la participación de cocineros de seis regiones de la capital.

Y a partir de este miércoles y hasta el viernes, se llevará a cabo la Feria del Tamal y el Atole en la explanada de la alcaldía Cuauhtémoc, con una gran variedad de ingredientes.