Pese al miedo a contagiarse, descartan abandonar su trabajo

Pese al miedo a contagiarse, descartan abandonar su trabajo
Por:
  • karla mora

Raquel Mata es enfermera en el Hospital General de México Dr. Eduardo Liceaga, y aunque está asignada al área de Cirugía, el brote de Covid-19 ha causado la incertidumbre en torno a cuánto tiempo podrá pasar para que reorienten sus labores a otras atenciones.

La enfermera, quien tiene dos hijas y dos nietos, señala que hay mucha probabilidad de que los trabajadores de la salud puedan contagiarse de Covid-19 o de alguna afección respiratoria, como neumonía atípica, de la cual, señala que hay dudas respecto a si es un diagnóstico correcto o son personas infectadas por el coronavirus, a quienes no se les ha hecho las pruebas respectivas. A pesar de eso descarta que vaya a interrumpir su labor, pues está convencida de que es la profesión que escogió y le toca estar ahí.

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“Yo estoy dispuesta a continuar, porque cuando uno elige esta profesión sabes que en algún momento te va a tocar una situación complicada como ésta, y yo creo que ahora no es momento de dejarlo”, señaló.

En entrevista con La Razón, Mata consideró que los contagios no disminuirán y eso repercutirá en la estabilidad emocional del personal de salud; por ello prevé tener altos niveles de estrés, por el temor a contagiarse y contagiar; miedo que comparte con sus hijas, quienes le aconsejan no acercarse demasiado a los pacientes.

“Yo estoy dispuesta a continuar, porque cuando uno elige esta profesión sabes que en algún momento te va a tocar una situación complicada como ésta, y yo creo que ahora no es momento de dejarlo”

Raquel Mata

Enfermera

Dentro del hospital hay áreas improvisadas, como dormitorios que sirven en las guardias. Ahí se quedará si la crisis escala, pues antepone dejar de ver a su familia, a ser un factor de propagación.

Otra de las cuestiones que le genera inseguridad es no saber si el personal de salud conoce las técnicas adecuadas en el uso de los materiales de protección, debido a que no hay un protocolo específico y cada hospital tiene un modo distinto de ponérselos.

Además, la instrucción es usar protección especial sólo cuando sea un caso confirmado de Covid-19.  “También hay desabasto; nos dan tres o cuatro kits para un servicio, cuando es más el personal que atiende a un paciente”, acusa.

En una situación similar se encuentra Ricardo Job López, médico internista del Hospital Pemex Picacho, quien advierte que con la pandemia hay trabajo acumulado en ese nosocomio, pues los enfermos con otros padecimientos no paran, y ahora hay nuevos protocolos para los pacientes con enfermedades respiratorias, para los que advierte que no hay suficientes pruebas de Covid-19.

“No te voy a mentir, a veces sí tengo miedo de contagiarme, y que por una infección grave ya no pueda ver a mi familia (...); pero el miedo no hará que no sea profesional y no dejaré de atender a las personas”

Ricardo Job López

Médico internista

Desde que se difundió la aparición del virus en otros países, señala, los médicos ya se alistaban; aunque asegura que México no está preparado para atender la pandemia, por la falta de recursos.

El galeno acepta que tiene miedo, pero no es tan fuerte o suficiente como para abandonar su labor.

“Yo, como médico internista, estoy frente a frente con estos casos. No te voy a mentir, a veces sí tengo miedo de contagiarme, y que por una infección grave ya no pueda ver a mi familia. Y es que el virus no respeta edades; tenemos jóvenes intubados. Pero el miedo no hará que no sea profesional y no dejaré de atender a las personas; lo hago porque amo hacer esto”, aseguró.

Los médicos leen los artículos científicos más recientes acerca del virus y ven los videos de lo que ocurre en otros países. En el hospital donde Job trabaja desalojaron pisos, pensando en los pacientes de Covid-19 que, seguramente, les llegarían; pero se enfrentaron a más limitantes, como la falta de material de protección.

Al carecer de este equipo, la única opción es evitar el contacto en lo posible con los infectados, sin que falte el lavado de manos intenso y constante. Sólo quienes tienen contacto directo con los pacientes de coronavirus son los que tienen derecho a las protecciones.

“Nos hacen falta tantas cosas, y voy a seguir ayudándoles; pero necesitamos la protección necesaria, porque de nada sirve que yo me infecte e infecte a más personas”, advirtió.