Sin detener el más cruel de los plagiarios del niño Martí

Foto Especial

carlos.jimenez.razon@gmail.com

El secuestro de Fernando Martí es un caso abierto y aún impune: uno de sus plagiarios, un adinerado ex campeón de motocross, de quien se conocen la dirección de su casa y el número telefónico, hay fotos y se tienen copias de su credencial de elector y de su CURP y hasta el nombre de su madre, no ha sido detenido.

Se trata de Luis Manuel del Castillo Rentería, quien hoy cumple 866 días prófugo, a pesar de ser uno de los más sanguinarios integrantes de la banda de Los Petriciolet: se encargaba de estrangular a las víctimas, aprovechando su corpulencia.

Los reportes que hay sobre este hombre de 31 años, apodado El Brazos Cortos o La Botarga, lo señalan como hijo de una familia que vive en la colonia Arboledas Sur, en Tlalpan. Siempre vestía ropa de marca y a diario iba al gimnasio.

Aficionado al motociclismo y a los deportes extremos, el sujeto participó en decenas de rallys y pruebas de motocross. Incluso fue catalogado como primer lugar en su categoría en 2007 y segundo lugar en la copa Cross Go Fast 2006-2007.

Aun con su perfil público y la información disponible, ni la Procuraduría General de la República (PGR) ni la Policía Federal (PF) han conseguido ponerlo a disposición del Ministerio Público, donde se le acusa de secuestro y delincuencia organizada.

De hecho, las autoridades federales ofrecen una recompensa de 5 millones de pesos para quien aporte más información que permita su captura.

De acuerdo con algunos testimonios de los miembros de esta banda ya presos, el dinero que la agrupación obtenía por los secuestros no era prioridad para este hombre, al que describen como “robusto, musculoso, de cara redonda, que usa el cabello muy corto con entradas muy pronunciadas, cejas delgadas, nariz chata, labios delgados, y de orejas pequeñas”.

Aunque llegaron a cobrar rescates de más 10 millones de pesos, lo que le gustaba a Del Castillo Rentería era ayudar a estrangular a las víctimas cuando lo ordenaba José Antonio Jiménez Cuevas, uno de los líderes apodado El Niño.

Reportes indican que siempre apoyaba al grupo cuando este asesinaba a alguna de las personas que luego “enviaban”, como medida de presión para que los familiares pagaran los rescates exigidos.

Así sucedió en el caso de Fernando Martí. Los plagiarios golpearon y asfixiaron a su chofer y a su guardaespaldas para que su padre, Alejandro Martí, pagara lo que le exigían. Al final asesinaron al niño.

La Razón cuenta con la ficha de inscripción que Del Castillo Rentería elaboró para participar en Extreme Adventure Hidalgo 2008, un rally que se realiza cada año en aquella entidad.

La competencia se realizó tiempo después de que secuestraran al niño Martí, a quien se llevaron cuando iba camino a la escuela la mañana del 4 de junio de ese mismo año.

En la ficha aparecen sus campeonatos, su fotografía y el apodo con el cual se inscribía: el Chaleco.

Hasta ahora, ni él ni otros dos policías judiciales capitalinos y un supuesto federal han sido detenidos. Los agentes locales son Raúl Jaime Santamaría Méndez, el Santa, y Óscar Morales Alvarado, el Alvin. El otro es José Martín Jiménez Martínez, el Porro.

El caso Martí, pues, sigue abierto.