2017: incertidumbre y miedo

2017: incertidumbre y miedo
Por:
  • montserrats-columnista

Los últimos días del 2016 invitan a reflexionar y a prepararnos para los cambios inminentes y los retos que el 2017 traerá. Este año fue la confirmación de la sacudida política que amenaza con un cambio de paradigma. Sí, la democracia liberal está agonizando y es urgente que estemos pendientes de los sucesos internacionales.

En los últimos tiempos fuimos testigos de cómo distintos populismos -revestidos con diversas banderas políticas– aprovecharon la crisis de representatividad democrática y la recesión económica para encumbrarse y dar el golpe de timón que los votantes añoran aunque no siempre con un plan serio que respaldara sus promesas electorales. El culmen de esta crisis política llegó con la llegada de Trump a la presidencia estadounidense.

El gran peligro que los politólogos anuncian con estos movimientos está en el desgaste de la democracia misma, que poco a poco cede ante los autoritarismos disfrazados. Un caso paradigmático es Venezuela, con su Presidente simulando legalidad cuando en realidad no es otra cosa que un dictador de poca monta. El avance de las ultraderechas europeas también es una realidad y pueden llegar a afianzarse el año que entra, recordándonos el pasado doloroso de la Europa de los 40 que se niega a morir.

Estos fenómenos nos muestran que la cara de nuestro mundo está cambiando. Los retos del multiculturalismo, de las fronteras abiertas y de la movilidad, han dado contra el muro de la integración real. Las diferencias (religiosas, étnicas, sociales, económicas) pesaron más y el miedo ha sido el motor del cambio.

Hablando de miedo, el Estado Islámico definitivamente logró ser el protagonista de este año manejando desde las sombras los hilos que marcaron buena parte de las decisiones de las grandes potencias. Atentados en Berlín y París –ciudades clave de la Unión Europea- y Alepo… la sufrida Alepo fueron los titulares incómodos que nos recuerdan que el 2017 nos exige respuestas urgentes a desgracias nunca antes vistas.

Este año también estuvo cargado de imágenes que nos relatan emergencias humanitarias que luchaban por permanecer en nuestras consciencias pero que por su recurrencia se volvieron parte del coro que resonaba como ruido de fondo en los noticieros. La crisis de los refugiados, los campos de concentración, la guerra Siria, los desastres naturales, son realidades que llenaron 2016 y que no están resueltas de cara al 2017.

Sin embargo, el año nuevo también beberá del despertar de la sociedad civil que alertada y con mayor movilidad buscará dejar atrás un año complejo y encontrar la esperanza centrándose en lo que nos define como humanos y no en lo que nos confronta. No dejemos que el desaliento de este año marque el rumbo del futuro.

msalomonf@gmail.com