Alfabetización y sociedades sostenibles

Alfabetización y sociedades sostenibles
Por:
  • larazon

Eugenio Lira Rugarcía

Aunque en el mundo se han logrado avances significativos en el campo educativo, la UNESCO reporta que todavía, en pleno siglo XXI, 757 millones de adultos y 115 millones de jóvenes siguen siendo analfabetos. El número de niños y adolescentes sin escolarizar es de 124 millones y está creciendo.

Además, cerca de 250 millones de niños que estudian primaria no dominan las competencias básicas en lectoescritura. En México, de acuerdo con datos del INEA, 32 millones de personas mayores de 15 años no saben leer ni escribir, y padecen rezago educativo.

Las causas del analfabetismo y de la falta de instrucción son muchas y diversas: la pobreza extrema, que obliga a los padres de familia a incorporar a sus hijos al trabajo; la dispersión poblacional y la lejanía, que dificultan una adecuada atención educativa y la asistencia a clase; la desintegración familiar, provocada también por la emigración; prejuicios, desinterés y otros factores, incluido el político.

El analfabetismo limita a la persona y obstaculiza su pleno desarrollo. Saber leer y escribir posibilita la adquisición de conocimientos, competencias, actitudes y valores, y favorece la convivencia y la participación social. La persona que no sabe leer ni escribir experimenta grandes dificultades para aprender, para conocer sus derechos y deberes, para comunicarse y para adaptarse a los modernos métodos de trabajo ¡Hasta tomar un camión se complica!

Constatando esta dramática realidad, Pablo VI escribió: “El hambre de instrucción no es menos deprimente que el hambre de alimento; un analfabeto es un espíritu subalimentado. La alfabetización es para la persona un factor primordial de integración social, de enriquecimiento personal; para la sociedad, es un instrumento privilegiado de progreso económico y de desarrollo”.

Por eso, la UNESCO propone como tema para el Día Internacional de la Alfabetización 2015: “La alfabetización y las sociedades sostenibles”. De esta manera invita a los gobiernos, organizaciones multilaterales y bilaterales, ONGs, miembros del sector privado, comunidades, docentes, estudiantes y expertos a promover “una educación de calidad, inclusiva y equitativa y un aprendizaje a lo largo de la vida para todos”, teniendo presente que el progreso en ámbitos del desarrollo sostenible tales como la salud y la agricultura fomenta la alfabetización.

Irina Bokova, directora general de la UNESCO, ha señalado que, “para permitir a todos los hombres y mujeres participar plenamente en sus sociedades, necesitamos una mayor inversión y políticas más eficaces para integrar las medidas relativas a la alfabetización en las políticas generales sobre desarrollo sostenible, respaldadas por mecanismos innovadores que generen sinergias positivas en todas las esferas de políticas que son primordiales para edificar sociedades más justas y cohesionadas”.

“Las nuevas tecnologías –afirma–, comprendidos los teléfonos móviles, también ofrecen nuevas oportunidades para alfabetizar a todos. Debemos invertir más y redoblar nuestros esfuerzos para velar por que la alfabetización sea reconocida plenamente como uno de los aceleradores más poderosos del desarrollo sostenible. El futuro empieza con el alfabeto”.

*Obispo auxiliar de Puebla y secretario general de la CEM

Twitter: @MonsLira