Chipre, la punta del iceberg

Janneth Quiroz Zamora

Tal parece que los países más pequeños de la Zona Euro están destinados a ocasionar los problemas más grandes de la región. Chipre, una pequeña isla del mediterráneo con apenas un millón de habitantes y con un PIB que representa sólo 0.2% de la economía de la euro zona, está prácticamente en bancarrota y a un paso de abandonar el euro ante la falta de acuerdos para construir un programa de rescate viable.

La intención de grabar los depósitos bancarios a fin de obtener 10,000 millones de euros (me) en créditos de rescate de los acreedores internacionales causó, sorpresa y malestar entre los socios de Chipre y pánico entre los ahorradores que ahora consideran la posibilidad no solo de perder el equivalente a los impuestos propuestos sino incluso la totalidad de su patrimonio si los bancos quiebran.

De acuerdo con la primeras versiones, los depósitos inferiores a 100,000 euros serían sujetos a un impuesto de 6.75% y los superiores a esta cantidad con 9.9%. La idea de las autoridades chipriotas es recaudar 5,800 me que la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional han exigido a cambio de los 10,000 me del paquete de rescate.

La situación financiera en Chipre es tan complicada y el margen de maniobra tan escaso que se han empezado a manejar salidas insólitas. Hay que recordar que la principal actividad económica de la isla es precisamente la banca, cuyos activos son siete veces superiores a su PIB. Este paraíso fiscal del mediterráneo es destino de una gran cantidad de depósitos de la clase media y alta de Rusia, por lo que este país se vería seriamente impactado de las nuevas medidas impositivas.

Por esta razón, Rusia esta llamado a convertirse en un protagonista en este conflicto financiero. Una de las acciones que se ha manejado es que el Presidente Putin, pudiera acceder a ayudar a Chipre a cambio del permiso por parte de la isla para instalar una base militar en su territorio y de obtener derechos recíprocos sobre la venta de gas.

 Dentro de las opciones locales, destaca la propuesta realizada por el líder de la iglesia ortodoxa en el sentido de que ponía a la disposición del país toda la riqueza de la iglesia para salir del problema financiero. Al igual que los rusos, la iglesia tiene intereses involucrados toda vez que es uno de los principales accionistas del Hellenic Bank, el tercer banco del país. De igual forma se ha manejado la opción de nacionalizar los fondos de pensiones privados, medida que contribuiría de igual manera a exacerbar el descontento social en la isla.

Cualquiera que sea el mecanismo que se establezca para hacer frente a la delicada coyuntura de la isla, el daño está hecho. El próximo martes 26 de marzo que abran los bancos habrá enormes filas de clientes que buscarán sacar el total de sus depósitos. La corrida de recursos será inevitable. La crisis europea ahora tiene una nueva dimensión ya que los ahorradores de no sólo de Chipre sino del resto de la periferia y de economías más grandes como la española y la italiana saben que sus recursos pueden ser “decomisados” fácilmente y utilizados discrecionalmente por las autoridades gubernamentales.

Más aún, este plan de grabar los depósitos en Chipre representa un antecedente altamente peligroso para toda la banca de la zona, ya que el sistema bancario esta en una situación de alta vulnerabilidad y la expectativa es que si pasó en Chipre puede pasar en cualquier país.

jquiroz@vepormas.com.mx

Twitter : @janneth_qz