El ataque del que nadie sabe nada

El ataque del que nadie sabe nada
Por:
  • larazon

Bibiana Belsasso

El viernes pasado en Huitzilac, Morelos, fue baleada la camioneta blindada con placas diplomáticas en la cual viajaban dos asesores estadounidenses y era conducida por un capitán de la Marina. El vehículo se dirigía al Centro de Entrenamiento de Élite de las Fuerzas de la Marina, cuando empezó a recibir los balazos. Nadie sabe el por qué de los balazos. Son muchas las hipótesis de lo ocurrido, pero no se ha confirmado ninguna de ellas.

El oficial de la Marina que conducía afirma que iban a ser emboscados, y que por eso se dio a la fuga. Algunos pobladores del lugar dicen que observaron una camioneta verde con una mujer al volante y varios hombres armados, que también había una camioneta X Trail persiguiendo el vehículo de los estadounidenses. Otros dicen que eran Policías Federales que buscaban un carro robado y otros que los confundieron con secuestradores y que los policías federales les habían hecho un alto para que se identificaran, y que los estadounidenses no se detuvieron.

Son muchas las versiones que se han dado en torno a este caso, lo que resulta complicado es comprobar la veracidad de muchas de estas versiones.

Lo que es evidente, una vez más, es la falta de comunicación y coordinación entre las distintas fuerzas de seguridad del país. Si estos policías federales dicen haber estado cumpliendo su labor, ¿por qué no hay una sola llamada de radio a sus supervisores para informarles lo que estaba ocurriendo y las dudas que se tenían? Resulta evidente que si están persiguiendo una camioneta con placas diplomáticas, lo mínimo que se puede hacer es verificar su procedencia. Se dice que fueron camionetas civiles las que empezaron la persecución, entonces ¿de dónde salen los 12 agentes federales que dicen que estaban trabajando?

Muchos han dicho que el caso cobró tal magnitud porque se trataba de estadounidenses, pero en lo que deberíamos de poner atención es en el hecho de que una camioneta tan sólo por circular puede ser considerada como sospechosa y simplemente baleada.

Es momento de que se reestructure la forma de operar de las distintas fuerzas de seguridad del país, y así se pueda tener una mejor comunicación. La desconfianza entre las distintas instituciones muchas veces es incluso aprovechada por distintos grupos criminales que se hacen pasar como parte de las mismas.

Hoy no sabemos si efectivamente estos elementos de la policía federal estaban trabajando. Habrá que ver quién les dio órdenes o si estaban manejándose solos o si estaban en contubernio con criminales.

No puede ser posible que a más de 72 horas de lo ocurrido, ninguna institución se haya puesto de acuerdo para dar una versión unificada de los hechos.

¿Cuántos casos como éste de los cuales ni siquiera nos hemos enterado habrán pasado en los últimos años?.

bibibelsasso@hotmail.com

Twitter:@TodoPersonal