El caso de Netflix

El caso de Netflix
Por:
  • larazon

Francisco Calleja

Netflix Inc. se ubica entre las empresas que aprovecharon para desarrollarse nichos de mercado de reciente aparición. Es una empresa fundada en los Estados Unidos en 1997 que originalmente rentaba películas en DVD, apoyada en el excelente servicio postal de aquel país, y que evolucionó inteligentemente a la transmisión vía Internet de películas y series de televisión directamente a la computadora o consola de juegos de sus suscriptores.

En 2010 incursionó en Canadá y en 2011 en Latinoamérica y Europa, con un crecimiento exponencial y tal vez peligroso, pasando de 10 millones de suscriptores en 2009 a 26 millones en 2011 y 33 millones en marzo de este año.

La empresa mantuvo un sistema de renta de DVD que limitaba el número de unidades que cada suscriptor podía tener al mismo tiempo y al pasar a la transmisión vía Internet limitó también el número de horas que podían solicitarse por una renta, desechando después la restricción, con gran impacto mercadológico.

El crecimiento de este tipo de organizaciones no es terso y suele brindar emociones positivas y negativas a sus accionistas. Si revisamos los aspectos financieros nos ofrecen claroscuros. Tienen una razón circulante (activo circulante entre pasivo a corto plazo) muy aceptable con 1.49 en 2011, 1.34 en 2012 y 1.51 al final del primer trimestre de 2013. Su apalancamiento (pasivo total entre activo total) es de 79% en 2011, 81% en 2012 y se mantiene igual en el primer trimestre de 2013, que es demasiado alto, si ya consideramos riesgoso más del 50%.

Su rentabilidad sobre ventas (utilidad neta entre ventas) fue de 7% en 2011, 1% en 2012 y está en cero por ciento en el primer trimestre de 2013, lo cual nos hace preguntarnos qué sucede.

 Hay problemas típicos de las empresas administradas arriesgadamente al apostar por un crecimiento demasiado rápido, por ejemplo. Sus ventas crecieron 13% de 2011 a 2012, pero su costo de ventas creció 29%, es evidente que estos costos están aumentados pensando en el futuro, como por ejemplo en la trasmisión exclusiva, por primera vez en su historia, de la serie de televisión “House of Cards”. Las inversiones y gastos tienen que ser altos para lograr utilidades igualmente altas en el futuro.

La ilustración nos explica como el flujo operativo ha disminuido, pero se ha mantenido una inversión constante durante cuatro años, obligando a la empresa, sobre todo en 2011, a recurrir al financiamiento.

En Estados Unidos, los dueños de la televisión abierta y de las salas de cine están preocupados por esta empresa que presume de generar casi 30% del tráfico de Internet por la transmisión de películas y series, pero al mismo tiempo siguen facilitándole material por los ingresos que representan. Será interesante ver lo que sucederá en el futuro cuando Netflix se convierta en un competidor directo al trasmitir contenidos nuevos y no sólo películas ya exhibidas o series ya vistas. La estrategia es agresiva, el riesgo financiero muy alto.

francisco.calleja52@gmail.com