El desarrollo del talento, frente al reto de México
Por Patricia Luna Arredondo
Vivimos una crisis de incertidumbre en torno al desarrollo inmediato de nuestro país, sin embargo, ante los negativos escenarios económicos, sociales y laborales, el personal calificado se puede convertir en un gran diferenciador de México ante el mundo.
El informe: Diagnóstico de la Estrategia de Competencias, Destrezas y Habilidades de la OCDE para México, presentado en enero de este año, destaca que un gran número de mexicanos carece de servicios básicos de buena calidad en materia de educación, salud y vivienda, y muchos trabajan en la economía informal bajo condiciones laborales precarias.
Además, señala que entre los países de la OCDE, nos encontramos en el último lugar del índice de transición de escolaridad secundaria a media superior (estudiantes de 15 a 19 años) y sólo 16% de los adultos de 25 a 64 años ha cursado el bachillerato. El impacto de estos datos se puede entender al conocer que la población económicamente activa (PEA) es de poco más de 54 millones de personas, según datos del Inegi.
Estas cifras nos dicen que tenemos un enorme potencial por el grueso de nuestro bono demográfico (7.5 millones de jóvenes de 15 a 24 años de edad), pero no todos están capacitados ni cuentan con posibilidades de continuar sus estudios, adquiriendo la huella permanente de un rezago que se recrudece con los años y les impide ser parte del mercado laboral.
Sabemos que la Ley Federal del Trabajo establece la obligación de proporcionar capacitación o adiestramiento a todos los trabajadores y éstos a recibirla, pero son pocos los resultados que se obtienen de los modelos de capacitación tradicionales, los cuales, fundamentan su enseñanza en teoría y dinámicas bajo entornos controlados y predeterminados.
Por ello, el IMEF exhorta a que emprendedores, empresarios, ejecutivos y colaboradores, trabajen en desarrollar en los empleados habilidades y competencias a través de entornos colaborativos naturales y virtuales, que provoquen intervenciones enfocadas a aprender y entregar valor en resultados inmediatos, derivados de los escenarios de aprendizaje reales, con problemáticas reales.
También sugiere enfocarse al desarrollo de jóvenes involucrados con la academia en la educación media y media superior, participando en la educación dual que combina la teoría en la escuela con la práctica en los centros de trabajo. Dicho enfoque permitirá converger los intereses entre las empresas y la academia sobre las habilidades técnicas y tecnológicas, así como las competencias a desarrollar en los jóvenes.
De esta forma, los jóvenes podrán contratarse al finalizar sus estudios en un empleo formal, con un sueldo altamente competitivo; situación que indudablemente cambiará su futuro e impactará al desarrollo del país.
Para el IMEF no hay duda, si logramos detonar el potencial del talento, México podrá responder asertivamente ante los actuales y futuros retos tecnológicos y digitales.
Presidente del Comité Técnico Nacional de Capital Humano del IMEF