El gabinetazo antes del presupuestazo

El gabinetazo antes del presupuestazo
Por:
  • larazon

Carlos Urdiales

José Antonio Meade Kuribeña y Aurelio Nuño Mayer acaparan la nota, los suben a la imaginaria carrera sucesoria de la cual sólo el Presidente sabe qué, quién y cómo. Desde Sedesol y la SEP, los nombrados quitan reflectores y presión a los ratificados, Luis Videgaray en Hacienda y Miguel Osorio en Gobernación. Por el momento son uno, más cuatro.

Si los cambios en el gabinete presidencial nos dan tema, al país le regalan un distractor, una dinámica fresca para ejercer el deporte nacional por excelencia: la especulación. Se fueron los mayores, los cansados, los desgastados, llegaron lo que ya estaban pero que hoy amanecen estrellas y de ellos, algunos se estrellaran antes de brillar, gajes del poder.

Habemus gabinetazo. Ahora viene el Informe, al que el Presidente llegará echado para adelante, mirando y planteando tareas y retos con sus nuevos encargados de aterrizar reformas, de contener las turbulencias económicas y proyectar logros. A ello se suma el PRI con Manlio Fabio Beltrones.

Así parecería que se re-lanza un gobierno con la mitad del combustible consumido. Sin embargo, la realidad es terca y los nombramientos, el futurismo y las cifras del Tercer Informe no serán suficientes para componer las cifras de crecimiento, ni para traer de vuelta a las rejas a El Chapo Guzmán.

  El presupuestazo. A más tardar el 8 de septiembre será entregado al Congreso el presupuesto 2016 para su análisis y aprobación. Ayer el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, anticipó ajustes a la baja en varios criterios macroeconómicos del paquete económico. El crecimiento estimado entre 3.3 y 4.3 por ciento sufrirá una reducción, lo mismo ocurrirá con el precio del barril de petróleo, que será propuesto al Congreso en alrededor de 50 dólares por barril.

Anunció que también habrá una reducción de la producción petrolera estimada en 2.4 millones de barriles diarios. Videgaray Caso también reconoció que se hará una estimación “superior del tipo de cambio”, teniendo en cuenta la evolución del peso mexicano frente al dólar y confirmó que se mantiene la decisión de reducir el déficit fiscal al considerar riesgoso financiar gasto público a través del endeudamiento.

La responsabilidad en el manejo de la Hacienda pública implica sacrificios que van más allá de austeridades pasajeras en los altos niveles de la administración federal, significan recortes de personal. El Inegi reportó una baja en el desempleo abierto por segundo mes consecutivo de 0.1 puntos porcentuales durante julio. La estrechez financiera por venir repercutirá en estos magros avances y plantean desde ahora todo un reto para los protagonistas de este gabinete re-cargado.

 Precisiones para el café político. La llegada de José Antonio Meade a la Secretaría de Desarrollo Social debe ser vista en su justa dimensión. En primer lugar la Sedesol no es la dependencia Santa Claus. Si bien asigna apoyos importantes, también depende de estructuras operativas a nivel vecinal, municipal y estatal que se han diluido en términos de pertenencia política.

Lo que en su momento construyó Solidaridad en el salinismo, fue desmontado por descuido primero, por desconfianza después. El “clientelismo partidista” fue argumento en la primera alternancia para crear un aparato administrativo arbitrario, lejano e ineficiente a la hora de aplicar políticas públicas de base.

El nuevo secretario ya dijo que la política social no será arma política. Tiene razón por doble partida, no debe de ser así pero tampoco puede. La reorganización de esas redes de aplicación, vigilancia y participación social, serán una tarea no partidista pero sí política. Sin esa articulación, no habrá currículo que valga.

Para Aurelio Nuño el reto está claro, hacer realidad la reforma más importante de esta administración. Las herramientas que hasta ahora utilizó bien el ex Jefe de la Oficina de la Presidencia se quedan en el cargo. El nuevo titular de Educación deberá hacer valer sus dotes de negociación y firmeza frente a actores acostumbrados al desafío, a las órdenes de aprehensión e inclusive a la cárcel.

Las nuevas responsabilidades de unos y la ratificación de otros, no asegura nada a nadie. El camino al 2018 pasa por ajustes económicos, por la recaptura de criminales y castigo a los cómplices. Por las elecciones del próximo año. Cuatro más uno.

urdiales@prodigy.net.mx

Twitter: @CarlosUrdiales