El lugar de una mujer

El lugar de una mujer
Por:
  • larazon

Renato Sales H.

Este martes cinco, en el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, a instancias de su Presidente, Edgar Elías Azar, y del Gobernador del Estado de Campeche, Fernando Ortega Bernés, se llevó a cabo una ceremonia que resulta significativa por su cercanía con el ocho de marzo, Día Internacional de la Mujer. En esa ceremonia se develó el busto de María Lavalle Urbina, la primera Magistrada en la historia de ese Tribunal.

Ese nombramiento aconteció en 1947. Habrá que recordar que el reconocimiento de los derechos políticos de las mujeres, el sufragio femenino en México, no se actualizó plenamente sino hasta 1953. Se decía, al momento de nombrar a María Lavalle, que resultaba difícil que quien no fuera ciudadana pudiera ser Magistrada, a lo que el entonces Presidente respondió que lo que se requería es que fuera abogada. María Lavalle había sido, en 1944, la primera mujer en obtener el título de licenciada en Derecho en el Estado de Campeche. Ella misma llegó a comentarle a Margarita Alfaro Waring, ahora Presidenta del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Campeche, la actitud misógina con la que fue recibida. En el primero de sus plenos uno de los magistrados le indicó la silla que le correspondía diciéndole con la ceja levantada: “Aquí está su sitio”. En el mismo acto María Lavalle pidió la palabra y dijo: “Me acaban de dar, con disgusto, mi sitio, pronto habrán de darme mi lugar”.

María Lavalle Urbina realizó estudios en la Escuela Normal de Campeche, donde se recibió en 1927 como maestra normalista. Continuó sus estudios en el Instituto Campechano, hasta titularse como abogada. Paralelamente fue directora de una escuela primaria y dirigió la campaña de alfabetización en Campeche. Fue jefa del departamento de readaptación social de la Secretaría de Gobernación de 1954 a 1964, representante de México ante la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de la Organización de las Naciones Unidas de 1957 a 1968. Fue miembro y presidió organizaciones como la Alianza de Mujeres de México, la Academia Mexicana de Educación y la Asociación de Derecho de la Familia de la Asociación Nacional de Abogados. En 1964, fue electa junto con Alicia Arellano Tapia, como las dos primeras senadoras en la historia de México, en representación de Campeche para el período que culminó en 1970.

Ejerció como la primera presidenta del Senado en 1965. De 1970 a 1976 fue directora general del Registro Civil y de 1976 a 1980 subsecretaria de educación básica de la Secretaría de Educación Pública. En 1976 le fue concedido el Premio de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. En 1985 recibió la Medalla Belisario Domínguez del Senado de la República. Murió el 23 de abril de 1996 y sus restos mortales fueron trasladados a la rotonda de las personas ilustres en noviembre de 2006.

El tres de mayo de 1961, la Alianza de Mujeres de México, en unión de 33 agrupaciones femeninas, le ofreció una comida con motivo de su actuación en el XV periodo de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de la ONU.

Dijo ese día María Lavalle: “Quiero significar por otra parte el grado de madurez que el movimiento femenino nacional va alcanzando, al romper con la tremenda limitación de los individualismos y del aislacionismo que provoca pugnas estériles y dispersión de energías; la mujer mexicana trabaja ahora en equipo, se agrupa alrededor de ideas rectoras o se solidariza con actitudes que merecen su aprobación; surgen planes concretos de coordinación entre las asociaciones existentes y ese es el caso de la Unión de Organizaciones Femeniles, recientemente constituida… en el curso de mi vida y en cumplimiento de la labor que se me ha encomendado y que en esencia significa perenne lucha contra lo malo y lo sucio y lo mezquino, el recuerdo de estas horas sostendrá mi fe…”.

rensal63@hotmail.com