El mariachi loco

El mariachi loco
Por:
  • larazon

Pablo Hiriart

Los seguidores de Felipe Calderón no han tenido que meter las manos para poner contra las cuerdas al maderismo en la disputa por la dirigencia de Acción Nacional. Éstos se noquean solos.

El problema es que si siguen los escándalos, del PAN sólo va a quedar el membrete.

A este ritmo, la disputa entre maderistas y calderonistas será por hacerse cargo de las ruinas de lo que alguna vez fue Acción Nacional.

¿A qué joven elector puede entusiasmar un partido cuyo sello es la frivolidad, el pleito y el dispendio con recursos públicos?

Con una fiesta en el Senado regada con tequila, whisky, ron, Baileys y sones de mariachis, el coordinador de los senadores panistas, Jorge Luis Preciado, festejó el cumpleaños de su esposa Yahumira.

¿En qué cabeza cabe? Definitivamente el legislador perdió el piso. Olvida que él no es únicamente Preciado, sino el líder de todos los senadores panistas.

Esta semana el coordinador de los diputados del PAN, Luis Alberto Villarreal, se vio envuelto en habladurías públicas por las ruidosas y prolongadas fiestas en su departamento en Polanco, que comparte con una legisladora de Movimiento Ciudadano.

Villarreal puede hacer con su vida privada lo que quiera, pero la lógica aconseja guardar una prudencia equivalente a su investidura.

Están en guerra dentro del PAN y ni siquiera cuidan las apariencias.

¿Cómo van a ganar, en un partido conservador, si se entregan a las francachelas y al dispendio?

Preciado y Villarreal fueron designados coordinadores en el Senado y en San Lázaro por Madero. Sus errores se le endosan a Madero.

Madero es el responsable político de ambos. ¿No les va a decir nada? ¿Por qué no?

Hace muy poco se filtró una conversación telefónica en que Cordero —el candidato del calderonismo para dirigir al PAN—, acusaba a Madero y a Villarreal de ser unos “inches ladrones”, al cobrar “moches” a alcaldes por canalizarles recursos del erario.

Esas acusaciones no vienen de priistas ni de perredistas ni son invento de la prensa, sino que vienen de los propios legisladores y alcaldes de Acción Nacional.

Preciado entró a la coordinación de los senadores del PAN en lugar de Cordero, en medio de resistencias de sus propios compañeros. Camina en la cuerda floja.

Y como si nada pasara, se despacha con un fiestón romano en la sede del Senado, con licores, puros, mariachis y de su ronco pecho remata con “El Rey”.

Quien pierde con este tipo de conductas no sólo es Madero o Cordero, sino el PAN.

Está en riesgo real de dividirse, pues esos dos grupos ya no pueden coexistir.

Sus votantes van a emigrar.

phl@3.80.3.65

Twitter: @PabloHiriart