El poder es afrodisiaco
A lo largo de la vida, muchísimos delincuentes han caído por su gusto y amor a las mujeres. El expediente de la CNS muestra que para hablar con Kate del Castillo El Chapo le dio los nombres de “dama” y “hermosa” y que le regaló un teléfono celular para poderse comunicar con ella. La intervención de esas comunicaciones y el viaje que la actriz realizó para visitarlo fueron clave para su captura.
Las últimas dos aprehensiones de El Chapo, la de febrero del 2014 y la de la semana pasada, han sido por descuidos que ha cometido el narcotraficante precisamente por damas.
Durante años El Chapo se mantuvo con un perfil muy bajo, llevando una vida austera en un lugar de muy díficil acceso.
En el 2007 se casó con la reina de belleza Emma Coronel, una mujer bellísima y mucho más joven que él. En ese entonces se confió, empezó a cambiar de hábitos y llevar un estilo de vida mucho más abierto. Tuvo dos gemelitas y quienes conocen a Guzmán Loera saben que son su perdición.
Se dice que su captura en febrero de 2014 se debió a que quería pasar una noche con Emma antes de regresar a la montaña. Y también que estaría en contacto con Kate, quien días antes le había hablado furiosa porque se estaba anunciando otra película de la vida del narcotraficante, que no era la que ella estaba preparando.
En esta última detención las autoridades sabían que diciembre era un mes clave, ya que Guzmán Loera es muy familiar y seguramente se reuniría con su esposa e hijas.
Pero son muchos los delincuentes que han caído por sus amores. En el 2011 José Jorge Balderas Garza, El JJ, quien fue acusado de delincuencia organizada y por balear al futbolista Salvador Cabañas en el Bar Bar de la Ciudad de México, fue capturado.
Su novia, Juliana, había puesto en Facebook que vivía en Bosques de las Lomas, donde El JJ fue detenido y había residido ahí por poco más de un año.
Rafael Caro Quintero fue aprehendido en Costa Rica en 1985 como parte de un operativo de la policía para la liberación de una mujer supuestamente secuestrada, Sara Cristina Cosío Vidaurri Martínez, hija del exsecretario de Educación de Jalisco César Cosío Vidaurri y sobrina del exgobernador Guillermo Cosío Vidaurri.
Durante el operativo ella gritó a las autoridades: “Yo no estoy secuestrada…, yo estoy enamorada de Caro Quintero”.
La policía de Costa Rica detuvo sin saberlo a uno de los narcotraficantes más buscados en su momento. Doce horas después de haber mandado el reporte al gobierno de México de las huellas dactilares de los detenidos, llegó la sorpresa. “Ustedes detuvieron a Caro Quintero, lo buscamos por tráfico de drogas y la DEA por matar a uno de sus agentes”, dijeron las autoridades mexicanas.
Amado Carrillo, El Señor de los Cielos, murió durante una operación que le practicaban en el Hospital Santa Mónica de Polanco para modificarle el rostro.
Los médicos que estuvieron a cargo de la cirugía murieron y fueron enterrados en tambos con cemento. Se dice que fue la propia esposa de Carrillo quien dio dinero a los galenos para que le administraran una sobredosis de anestesia y matarlo porque la había engañado.
En el caso de su hijo Vicente Carrillo Leyva, éste cayó por un error de su cónyuge, Celia Karina Quevedo Gastélum, quien decidió continuar con su identidad real y no cambiarla como su esposo, que utilizaba en ese momento el alias de Vicente Vega Ortiz. El Inge había sido perseguido por la policía después de la muerte de su padre, incluso en Europa.
Las autoridades en su momento dijeron: “Una de las principales líneas de investigación que condujeron a su localización fue el hecho de que su esposa Celia Karina Quevedo Gastélum no cambió nombre para ocultar su identidad, a pesar de existir antecedentes de que su hermana Giovanna Quevedo Gastélum fue esposa de Rodolfo Carrillo Fuentes, El Niño de Oro, hermano menor de los Carrillo Fuentes”.
A Nazario Moreno, El Chayo, líder de Los Caballeros Templarios, también se le siguió la pista por medio de su mujer. El capo había acudido a visitar a su novia para festejar juntos su cumpleaños y de regreso fue detenido.
Para regresar a su refugio el narcotraficante subió a la sierra en una mula.
Cuando los elementos de seguridad lo encontraron le ordenaron detenerse y él disparó, por lo que repelieron el ataque y lo abatieron.
Éstos son sólo algunos casos que demuestran cómo muchos delincuentes pierden la cabeza por mujeres y cometen errores imperdonables, que en algunos casos les pueden costar desde la cárcel hasta la muerte.
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