El PRD y Morena, ¿quién gana?

El PRD y Morena, ¿quién gana?
Por:
  • larazon

Pablo Hiriart

Los perredistas aún no entienden que López Obrador y Morena no quieren nada con el PRD, pues lo consideran un partido corrupto, traidor y entreguista.

Cuauhtémoc Cárdenas le mandó una carta personal a López Obrador para invitarlo a la manifestación del pasado viernes en contra de la reforma energética, y como respuesta recibió un no rotundo de su ex pupilo y ahijado político.

La izquierda ya se dividió. No hay vuelta atrás. Y la disputa ahora es por ver cuál de todos los partidos que la integran va a ser el hegemónico de ese abanico que abarca al PRD, Morena, el PT y Movimiento Ciudadano.

Cárdenas siempre ha sido un político obstinado, tozudo, convencido de que él simboliza a la izquierda mexicana, al nacionalismo y la honorabilidad.

Debió ser muy duro para él encontrarse con que ya no es así. López Obrador le aplicó un público desdén a su misiva en la que prácticamente le imploraba que asistiera al mitin del viernes en el Zócalo.

La izquierda no acudió masivamente al llamado de Cárdenas para “defender el petróleo”, como engañosamente se planteó en la convocatoria del pasado viernes.

Comparada con las concentraciones de la izquierda en los últimos 20 años, la manifestación a la que convocaron Cárdenas y el PRD fue, en realidad, una mini marcha.

Y la división de la izquierda quedó a la vista de todos pues además de la negativa de Morena y López Obrador a participar en la manifestación, hubo otra marcha en la mañana, encabezada por la CNTE y el SME, con las mismas demandas que la marcha de la tarde.

La ruptura ahí está, Morena viene en serio a ocupar el flanco izquierdo del tablero político, aunque los dirigentes perredistas opten por la táctica del avestruz, no lo quieran ver, y Cuauhtémoc Cárdenas siga pensando que es el líder moral de algo.

A los perredistas se les ve desorientados, como los viejos boxeadores: noqueados sobre sus piernas. No han tenido reflejos para ubicar a López Obrador y a Morena en el extremo izquierdo.

La población, en tiempos normales como los que vivimos, no gusta de los extremos. Hacia allá tendrían que correr a Morena los perredistas, y exhibir a esa naciente agrupación como el partido de los ultras, que lo es.

El PRD necesita arrinconar a Morena en el extremo del tablero, y no tratarla como un partido de izquierda más. No son iguales. Tiene que marcar la diferencia. ¿Cuál es el afán de la dirigencia perredista de parecerse a Morena?

Morena tiene en su seno a la CNTE, al SME y a grupos radicales que la ciudadanía detesta por sus métodos y por sus fines. Y el PRD, en lugar de pintar la raya con ellos, se quiere tomar de su brazo.

phl@3.80.3.65

Twitter: @PabloHiriart