El tiro es con Los Chuchos, Bejaranos, Amalios…

Raymundo Sánchez

Nada más falso que la propuesta de “disolver” las tribus del PRD, como lo plantean los senadores Miguel Barbosa, Armando Ríos Piter, Zoé Robledo y hasta Alejandro Encinas, quien ya ni perredista es. Lo que en verdad quieren hacer es eliminar de los altos cargos y la toma de decisiones de ese partido a Los Chuchos Jesús Ortega y Zambrano, a René Bejarano y Dolores Padierna, Amalia García y Carlos Sotelo.

El solo hecho de que acuerden “desaparecer” a las corrientes no significa que estos personajes, que históricamente se han repartido el poder en el sol azteca, renuncien a sus intereses particulares o de grupo y, sobre todo, a su legítima aspiración al poder, a colocar al mayor número posible de sus afines en puestos relevantes dentro y fuera de la estructura partidista.

Entonces ¿para qué engañar con el eufemismo de disolver a las tribus? Valdría más que digan claro los nombres de los líderes de esas corrientes a los que ya no quieren ver como sus dirigentes. Pero eso no basta para transformar al partido y mucho menos para renovarlo, porque tampoco dicen a quién le darían el poder y el control territorial que buscan quitar a Los Chuchos, Bejaranos, Amalios…

Y que tampoco piensen que quienes detentan el poder perredista lo van a soltar así de fácil. Hace falta, más bien, saber arrebatárselos a través del arte de la política.

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Ya ni perredista es, pero, eso sí, se mete en los asuntos del PRD el senador Alejandro Encinas. Renunció a ese partido en enero y ahora se volvió corifeo de los que piden la disolución de las tribus. “Si bien se pospuso el relevo de la dirección y el cambio generacional, eso no resuelve el problema de fondo, pues lo que se necesita es la disolución de las corrientes, se requiere un nuevo modelo de partido”, dijo.

Pero nada de que va a regresar, dice. Al fin y al cabo no lo sacaron de la bancada y hasta va a votar, ya sea para ratificar a Miguel Barbosa como coordinador, o por un nuevo líder del grupo parlamentario.

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Curioso, por no decir jocoso, el “protocolo” de protección a periodistas que aplican algunas organizaciones que se dicen defensoras de la libertad de expresión y los comunicadores, pero que en realidad hacen grandes negocios con esa bandera.

Tiene nombre rimbombante, pero el dichoso “protocolo” se limita a que cualquier reportero que realice su trabajo en zonas consideradas como de riesgo, llame por teléfono dos veces al día a alguna de esas ONG para notificarle que está vivo. Encima dicen que resulta eficaz. Porque, si no llama, es que algo le pasó. No, pues sí.

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Rápido atendió el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, el llamado de Mexicanos Primero, que dirige el empresario Claudio X. González, para sancionar a los maestros de la entidad que no se presenten el próximo 24 de agosto al inicio de cursos escolares, y despedir a los que falten tres días en un mes.

Ayer, el mandatario advirtió que así se hará porque, además, hay muchos normalistas que quieren tener una de esas plazas.

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