Las Alejandras y la maraña

Las Alejandras y la maraña
Por:
  • javier_solorzano_zinser

Río de Janeiro. Día 7.-

En Brasil

Alejandra Valencia y Alejandra Zavala son las dos atletas mexicanas que más cerca han estado de una medalla en estos Juegos. Las Alejandras nunca se dieron por vencidas. Las dos gozaron sus competencias en tiro con arco y tiro de pistola de aire.

Sus especialidades son materialmente desconocidas en nuestro país, pero es cuestión de que lleguen los Juegos Olímpicos para que hagamos de ellas un espacio de esperanza y entremos en el mundo de su conocimiento.

Las Alejandras, a decir de los especialistas, tuvieron una gran participación. Su desempeño fue, por mucho, mejor que el que han tenido en otras competencias. En sentido estricto, justificaron con creces su presencia en Río.

Sin embargo, no hay manera de poder ver todo esto con claridad en medio de la maraña. Es mucho el polvo que rodea a la delegación mexicana, la cual está metida en un marasmo del que no se ve cómo pueda salir, y da la impresión de que ni con una medalla se puede lograr.

No se reconoce nada porque los ánimos están a la baja y la crítica se ha convertido en una forma de ver a los atletas; ni se les analiza, más bien se les juzga. No hay análisis porque prevalece la impugnación como forma de ver las cosas.

De lo que se prometió hace algunas semanas a lo que estamos viendo existe algo muy conocido en nuestro país, llamado terca realidad.

Los atletas han sido impugnados y hasta han sido objeto de burlas. Algunos de ellos han pasado a la ofensiva. No sólo se defienden, sino que a través de tuits han lanzado mensajes que reflejan su enojo. Han lanzado frases como “no sé cómo se atreven a hablar si no pueden subir 20 escalones porque se cansan”, “no le debo nada a México” o “que vengan ellos y lo hagan”.

Si algo no quieren los atletas es tener contacto con los medios. Entre que algunos periodistas más que preguntar provocan y que los deportistas se sienten inseguros a menudo, no saben contestar y se saben irascibles, si algo no quieren es cercanía con los medios, incluyendo a aquellos y aquellas que no les ha ido mal.

Los propios atletas saben que desde México se ha hecho escarnio de ellos. La gimnasta Alexa Moreno fue sometida a comentarios lamentables, por decir lo menos, a través del anonimato de las redes. Se burlaron de ella. A nadie le importó el significado que tiene todo lo que se escribió de ella, lo que incluye memes, y poco importó el enorme trabajo que le costó calificar para venir a Río.

A estas alturas, los ánimos se suman a los que tiene el país, y como se puede ver en las redes, en algunos casos existe un regodeo de la derrota. De la esperanza de las declaraciones en el aeropuerto en el día de la salida a Río, se pasó a la desesperanza de las competencias. Para algunos la ilusión sigue intacta, lo cual en función del entorno es realmente complicado y meritorio.

Los atletas están en el centro del todo. La ausencia de una política de Estado, la eterna confrontación de los directivos y la poca consciencia de los gobiernos, tanto estatal como federal, en la importancia que tiene el deporte en la vida de la gente, y en particular entre los jóvenes, conforman parte de la ecuación y galimatías en que estamos metidos desde hace mucho mucho tiempo.

Los deportistas son los menos responsables de lo que pasa. Algunos de ellos nos dicen que están hartos de estar en el centro de problemas que no son de ellos.

Las Alejandras nos mostraron que hay muchas formas de ver una competencia. Ayer la Valencia logró que aparecieran las emociones en las redes y ante la televisión. Nos sorprendimos porque ha habido poco qué contar y porque la maraña o los ánimos nos tienen obnubilados. No hay mucho qué ver en medio de los desiguales y alicaídos ánimos.

solorzano52mx@yahoo.com.mx

Twitter: @JavierSolorzano