Más de la Maestra

Más de la Maestra
Por:
  • larazon

Gil Gamés

Gil no quisiera bajar el telón de la semana sin transcribir algunas cifras estrambóticas leídas en su periódico Reforma: “La maestra Elba Esther Gordillo, presidenta vitalicia del SNTE le volvió a ganar la partida al Gobierno federal con la negociación salarial”. Después de que Gamés vio a la Maestra armar la pataleta en las narices del Presidente, nada lo asombra. Resulta que la Cámara de Diputados autorizó este año para aumentos salariales del magisterio 13 mil 787 millones 670 mil pesos. Esta era la mala noticia para el SNTE, sólo 13 mil millones y feria. Qué tacañería, falta de solidaridad con los mentores, en fin.

La buena noticia llegó cuando el Secretario de Educación Pública, José Ángel Córdova Villalobos, dijo que ni uno ni otro, que la negociación se cerraba en 20 mil millones. Chirriones. ¿Quieres 13 mil? ¿Te doy 20 mil? Un triunfo de la concertación que, como se sabe, es un gran arte. Total: un aumento directo al salario de los maestros de 4.5 por ciento, más 1.5 en prestaciones y retroactivo al primero de enero de este año. La Maestra está hecha un basilisco, ¿cómo? ¿Nada más 20 mil? ¿No les digo? Con ustedes no se puede, luego luego a ofender al maestro. ¿Cómo la ven? Sin albur.

Gamés leyó esto en la primera plana de Reforma: “el Sindicato no dio a conocer la negociación a la que llegó sobre el año sabático para los maestros de educación básica ni la homologación de los aguinaldos en todo el país ni las prestaciones que solicitaron para los maestros del Distrito Federal”. ¿Y la evaluación de los maestros? No presionen a los mentores que ya bastante hacen moldeando el porvenir de México. La infancia entendida como una masa para hornear, la imagen le gusta sobremanera a Gilga.

Gamés se llevó los dedos índice y pulgar al nacimiento de la nariz y meditó: homologar los aguinaldos en todo el país, esto le impresionó vivamente a Gil. Hay palabras que deberían estar a la venta, una de las primeras: homologación. En una subasta de grandes palabras, Gamés pagaría una cantidad nada despreciable. ¿Qué compraste en la subasta de palabras?, le preguntarían a Gil. Una joya, mira: homologación. Además me salió baratísima. Una pregunta ingenua: ¿no ha ido demasiado lejos Elba Esther Gordillo? Está bien, hagan de cuenta que Gil no dijo ni escribió nada de nada.

Por cierto y hablando de maestros. Normalmente Gil mejora sus textos con una o varias erratas salidas de su teclado. A veces le ayudan. Ayer, en esta página, Gamés escribió esto: “Las pataleta de la lideresa moral y vitalicia frente al presidente Calderón le atrajo a Gamés el recuerdo (…)”.

Gran errata de Gilga que una mano piadosa corrigió de más y convirtió en esto: “Las pataletas de la lideresa moral y vitalicia frente al presidente Calderón le atrajo a Gamés el recuerdo”. Una falta de concordancia que sólo alguien que ha bebido aguardiente durante toda una noche podría cometer. Cierto que Gamés a veces escribe dormido, pero una cosa es una cosa y en fin. Al paso que vamos, Gil escribirá así: Nosotros fue al amplísimo estudia y el mullida sillón. Peñas Nieta se molestaba por las ofensivos en su contra. Peño tiene gran ventajo sobra sus adversarias. Caracha.

Los viernes, Gil toma la copa con amigos verdaderos. Mientras se acercan las bandejas, oh, sí, con Glenfiddich 15, Gamés pondrá a circular esta sentencia de Manuel Hazaña que espetará esto sobre el mantel: “En España, la mejor manera de guardar un secreto es escribir un libro”.

Gil s’en va

gil.games@3.80.3.65

Twitter: @GilGamesX