México y EU: reciprocidad, la clave

México y EU: reciprocidad, la clave
Por:
  • larazon

Salvador del Río

¡Triste época la nuestra!: es

más fácil desintegrar un

átomo que un prejuicio

Albert Einstein

Las innegables asimetrías y diferencias entre Estados Unidos y México encuentran en materias de violencia, derechos humanos y desigualdades en impartición de justicia desmentidos que conforman similitudes de evidencia rotunda. La Unión Americana no es un paradigma de respeto a esos valores.

Partes de un texto recientemente publicado así lo confirman.

El catalizador de las protestas en Ferguson, Missouri, y en Baltimore, Maryland, fueron las muertes de hombres negros “y una percepción de que la ley no siempre es aplicada con igualdad en este país.

“Ellos tienen la vivencia de ser tratados de manera diferente por la fuerza judicial; en detenciones viales y en arrestos, y en cargos y encarcelamientos… Las estadísticas son claras, a lo largo y a lo ancho del sistema de justicia.”

Es una denuncia, pero no proveniente de organizaciones defensoras de los derechos humanos. Se trata de una intervención del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, quien el lunes pasado señaló con claridad inusitada las causas de los actos de violencia registrados en diversas ciudades de ese país, que obligaron al establecimiento de la alerta roja en Baltimore ante las protestas por la muerte de un joven afroamericano cuando se encontraba bajo la custodia de la policía.

La principal de esas causas, dijo Obama, es la falta de oportunidades y las condiciones de vida en la que se encuentran las poblaciones negras e hispanas —latinas en su mayoría mexicanos y sus descendientes—.

Pero al conocer estas expresiones del mandatario norteamericano —el primer presidente negro en la Unión Americana—, surge otra percepción, la de la incongruencia. En las últimas semanas, meses, las muertes de afroamericanos y latinos por el excesivo uso de la fuerza de la policía se han visto incrementadas en el territorio del vecino país, en donde, además, muchas poblaciones han vivido en zozobra por los ataques demenciales a escuelas y centros comerciales que cobran la vida de víctimas inocentes. La seguridad, como en muchos otros países, está altamente amenazada por un clima de violencia que va en dramático ascenso.

México no es la excepción, y sin embargo, de esa similitud, el gobierno de Estados Unidos reacciona con extrema prontitud a cualquier suceso de violencia criminal que se registre fuera de su territorio con advertencias a sus connacionales sobre el riego de permanecer en sitios considerados peligrosos; tan amenazantes como muchas de las grandes ciudades de la Unión Americana, donde la muerte y la violación a los derechos humanos —el derecho a la vida en primer lugar— se ciernen sobre propios y extraños.

En el caso concreto de la vecindad y la relación entre los dos países, México ha manifestado su preocupación y su protesta por el alarmante aumento de la violencia, en muchos casos policíaca, institucional, en contra de sus connacionales en territorio norteamericano. No ha acudido a una declaración de alerta de riesgos en sitios como los que el propio presidente Obama citó en días pasados, donde el gobierno ha recurrido al virtual Estado de sitio o el toque de queda para proteger a la población de la violencia generada por la inequidad y la injusticia que, en voz del propio presidente Obama, allá imperan.

Estados Unidos y México comparten proyectos, soluciones, y esperanzas comunes, pero también problemas similares que afectan la seguridad, la integridad y la vida de seres humanos. Lejos de lanzarse mutuas culpas y condenas, la responsabilidad compartida debe también incluir la comprensión en la que la intolerancia, los prejuicios raciales y sociales, las inequidades y la injusticia que ambos padecen cedan el paso a una verdadera comunidad de metas y propósitos profundamente humanos.

 Gazapos. Expandir, distender, son verbos cuyo uso con frecuencia se presta a confusión. Expander, se escucha decir en un discurso político; el infinitivo de este verbo irregular es expandir, aunque su conjugación en el presente indicativo en singular sea expande o expandes. Distender, también irregular, se conjuga como entender: entiendo, entiendes. Su participio es distensión, pero de éste no es posible derivar un nuevo verbo, distensionar, como en ocasiones erróneamente se dice.

srio28@prodigy.net.mx