Por los derechos de las mujeres

“El problema de la mujer siempre ha

sido un problema de hombres”

Simone de Beauvoir

Para Lorena

El pasado martes 17 de octubre se cumplieron 64 años de que se aprobara el decreto que concedió a las mujeres derechos políticos, permitiéndoles votar y ser votadas a un puesto de elección popular. Con ello se logró un gran avance en materia de derechos de las mujeres y en democracia, sin embargo al aniversario se le dio muy poca importancia y difusión, parecería que no es importante por que las mujeres y los hombres tuvieran actualmente condiciones de igualdad, pero no es así.

En 1948 la ONU en la declaración universal de los derechos humanos, reconoció el voto femenino en su artículo 21, pero desde 1893, en Nueva Zelanda por primera vez se aprobó el voto de las mujeres sin ninguna restricción. En el continente americano en 1920, se le otorgó el voto a las mujeres, en los Estados Unidos de América, mediante la XIX enmienda a la Constitución; por su parte, en Latinoamérica, fue Uruguay el primero en aprobar en el año de 1927 el voto femenino.

En México sucedió algo muy paradójico, puesto que la Constitución de 1917 estableció en su artículo 34 una redacción que decía: “Son ciudadanos de la República todos los que, teniendo la calidad de mexicanos, reúnan además los siguientes requisitos…”. Redacción que generó dudas respecto a quienes se refería, y la interpretación que le dieron los diputados a este artículo, fue que la intención del legislador, al redactarla en masculino, era que se refería solo a los hombres y no a las mujeres, y por ello, solo los hombres tenían los derechos de los ciudadanos, por lo tanto, únicamente los hombres tenían el derecho a votar y ser votados, un absurdo que duró treinta y seis años.

Parecería que después de tantos años que tiene México de haber otorgado a las mujeres los derechos ciudadanos, eran suficientes para que las mujeres tengan las mismas condiciones políticas, laborales y sociales que los hombres, pero no ha sido así, como lo demuestran diversos estudios, que indican que en México las mujeres tienen salarios menores al de los hombres.

En nuestro país, las mujeres desempeñan el 38% de los puestos de trabajo y solo el 14% de ellos es de dirección, no obstante, hay que señalar que México es el tercer país en américa en el cual las mujeres ocupan los puestos directivos. Sin embargo solo el 4% de mujeres ocupa una posición en los Consejos de Administración de las empresas, por ello hay países, como Noruega, que implementaron cuotas de género para que las mujeres ocupen dichos cargos.

Por todo lo anterior, se deberían de implementar políticas de inclusión de las mujeres, como en el caso de los países escandinavos, donde dichas políticas han sido las más exitosas; en México tenemos nuevas generaciones de mujeres con toda la preparación y el carácter para ocupar los puestos más importantes dentro de la administración pública y privada, situación en la que deben de pensar los futuros candidatos a la presidencia de la república.