Productividad es la clave

Productividad es la clave
Por:
  • larazon

José Manuel Herrera.

Según estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, la productividad en México registró en la última década un retroceso que explica las bajas tasas de crecimiento.

“Mediocre”, ese es el calificativo que ha recibido el de-sempeño económico de los últimos años, ya sea medido en términos de ingreso, consumo o producción. Este último caso puede ejemplificarse con la tasa media anual de crecimiento de los últimos dos sexenios, que fue de 2.0 por ciento. Por habitante (valor del producto entre población) el aumento promedio anual fue de sólo 0.7%, claramente insuficiente para generar los empleos que el país demanda y la riqueza susceptible de traducirse en un mayor bienestar social.

¿Qué factores están en el fondo de este comportamiento? La semana pasada la OCDE liberó su Estudio Económico 2013 sobre México, que contiene un ejercicio estadístico muy interesante que ofrece una respuesta: como se puede observar en la gráfica abajo, en los últimos años la caída en la productividad multifactorial contrarrestó la aportación positiva del aumento de la fuerza laboral y la acumulación de capital humano.

En este sentido, si es cierto que el crecimiento potencial de México es de alrededor de 3.0% y la meta es elevarlo a 5.0%, como se ha indicado en el Pacto por México, sólo será posible si se logra un incremento en la productividad y un ritmo más acelerado de inversión productiva (acumulación de capital). De ahí la importancia de las reformas estructurales que están en la agenda económica del país.

“Democratizar la productividad”, como lo llama el gobierno en el Plan Nacional de Desarrollo, es entonces una estrategia acertada y que de no concretarse llevaría al país a un nuevo periodo de estancamiento económico.

 Indicadores. Vaya que Luis Videgaray se la está jugando al incluir en el Plan Nacional de Desarrollo una serie de indicadores que permiten medir puntualmente sus avances o retrocesos. Por ejemplo, en el caso de la productividad, es a través de un “Índice Global de Productividad Laboral de la Economía” (índice del PIB real entre el índice de las horas trabajadas, multiplicado por 100) elaborado por el INEGI y la Secretaría del Trabajo. Su valor en el último año del sexenio anterior fue de 100.6 puntos y a partir de ahí veremos si en cinco años el actual secretario de Hacienda ha sumado o restado puntos para la próxima contienda a la Presidencia de la República.

manuel.herrera@3.80.3.65

Twitter: @DarkEconomist