Sobrio programa económico 2018

Sobrio programa económico 2018
Por:
  • arturov-columnista

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público dio conocer los criterios de política económica para 2018. En general la estrategia económica se ubica dentro de los límites —ya de por sí estrechos— impuestos para el logro de una mayor consolidación fiscal. En este sentido, se pretende un marco macroeconómico en el que apunta un crecimiento modesto, pero con control de la inflación.

Concretamente, se mantiene una perspectiva de crecimiento moderado para el 2018 de 2.5%, expectativa ligeramente más optimista que el 2.2% del consenso de la Encuesta Citibanamex. Además, hay premisas muy importantes como la expectativa de que permanezca estable el precio del petróleo (45 dólares por barril); de que persistirá la recuperación en los Estados Unidos; y principalmente, en el ámbito fiscal se establece el compromiso por mantener la tendencia a la baja, en el déficit y deuda públicos.

Un escenario basado en continuidad en la política de ingresos y reducción del gasto programable. Este apego a los objetivos planteados, de reducir el déficit y la deuda públicos, se plasma en los objetivos puntuales para ambas variables.

En primer lugar, se anticipa que en el año 2018 se confirmen las tendencias hacia una reducción del balance público. En este sentido, se espera que después de un déficit ampliado de -1.4% del PIB (-2.9% sin considerar los ingresos extraordinarios derivados principalmente del remanente de operación de Banxico), se alcance un déficit de 2.5% del PIB. La tendencia hacia un balance fiscal más favorable es más evidente en el logro de un superávit primario a partir de 2017, después de una tendencia persistente al déficit primario. Se anticipa para 2018 un superávit primario, equivalente a 0.9% del PIB.

La perspectiva oficial de deuda pública también marca una tendencia favorable. Se estima que a partir de 2017, la deuda neta rompa su tendencia alcista al disminuir de 50.2% del PIB en 2016 a 48% en 2017 y siga disminuyendo hasta 47.3% en el 2018. Cabe notar que respecto a lo publicado en los Pre-Criterios, la estimación para 2018 se ajusta ligeramente a la baja, desde 49.2 por ciento.

El logro de los objetivos fiscales no vendrá por el lado de los ingresos públicos, ya que el marco fiscal seguirá sin cambios. De hecho se pretende que —sin considerar los ingresos extraordinarios de este año— se mantengan como porcentaje del PIB en 20.7%. El crecimiento económico será el principal promotor de la generación de percepciones públicas. Asimismo, hay que destacar que la perspectiva de los ingresos tributarios no petroleros (62% de los ingresos públicos) es conservadora en la medida que se estima un avance de 2.1% real, que está ligeramente por debajo del estimado de crecimiento económico.

Por el lado del gasto, viene por desventura la promoción de la consolidación fiscal. Se pretende —al igual que casi todos los ejercicios anteriores— que el gasto prácticamente mantenga su nivel en términos reales respecto al estimado para este año (-0.2% de crecimiento real). Cabe notar que frente al escenario de ingresos, el logro del objetivo fiscal implica un ajuste importante del gasto programable de -2.4% real, respecto al estimado para 2017. Este ajuste es necesario para compensar el incremento estimado en el gasto no programable de 5.5% real, derivado del incremento en la tasa de interés, la mayor recaudación federal participable y el pago de Adefas.

Así, como todos los años, hay énfasis por mantener la estabilidad macroeconómica y los esfuerzos por mejorar el perfil de las finanzas públicas, a través de una reducción del déficit y la deuda del sector público. Esperemos que se logren los objetivos fiscales.