Tiempo de fantasmas

Tiempo de fantasmas
Por:
  • Carlos Urdiales

La intercampaña presidencial devino en reyerta entre fantasmas. José Antonio Meade sentencia que mientras uno de sus adversarios lava dinero a través de empresas fantasma, el otro es un idem fiscal, que no existe en el ecosistema fiscal y bancario nacional.

Ricardo Anaya pasó de la risa loca al mensaje adusto, amenazante, ofrece comisión de la verdad, lupa futura sobre los presentes del poder, de Enrique Peña para abajo, y quiere en ello próceres extranjeros imaginando lo ocurrido en Guatemala con su expresidente (Otto Molina) tras las rejas. Anaya y porristas espantan con el petate del muerto.

El panista enfrenta, es ésa su vocación y promoción. Ha enfrentado, presume, a Estados Unidos en inglés, of course, a Canadá en francés, aunque no sabemos bien por qué, y al PRI con su endémica corrupción, sólo de un tiempo para acá. Sí, porque su cruzada tiene raíces tiernas.

Enfrentar es lo suyo (otros dicen que traicionar); sin embargo, respecto a las inconsistencias más visibles entre su ritmo de vida, familiar y profesional, Anaya ha optado por la omisión como estrategia. Exige que el Ministerio Público federal una de dos, o actúe en su contra o lo exima, y hace bien; pero de cara a los votantes, Anaya se limita a la oratoria victimista, y de cuentas claras, nada. Se escabulle entre declaraciones patrimoniales mochas.

Andrés Manuel López Obrador está curado de espantos. Lo que hoy le ocupa es un blindaje antifraude de convocatoria global vía la senadora expanista Gabriela Cuevas, para que ojos extranjeros observen y juzguen nuestra elección.

Navaja de doble filo, ya que si AMLO logra semejante arbitraje moral y, contra todo pronóstico, pierde, entonces enfrentará a su peor fantasma, su talante antidemocrático que lo incapacita para reconocer una sola derrota. Sólo cuando ganó en la Ciudad de México no pataleó, pero en Tabasco y dos presidenciales acusó fraude, complot, mafia. Eso sí lo espanta, paraliza y activa en modo eterno campeón sin corona.

José Antonio Meade no exorciza a los prehistóricos fantasmas tricolores o a los del clan Toluca-Atlacomulco. En el 89 aniversario del PRI y en festejo para él solo, los espectros de poderosos militantes que lo acompañarán en sufrida campaña, con escaños y curules garantizados que no arriesgan, como él su futuro, evoca tiempos de Colosio, Labastida y Madrazo, fantasmas que aterran al capaz y eficiente funcionario en un mundo de vivos y vivales.

Cruje alianza PRI, PVEM y NA en Edomex

La sala regional del TEPJF revocó el convenio de candidatura común entre PRI, Verde y Nueva Alianza por considerar desproporcionada la relación entre candidaturas y porcentaje de votos para cada partido, que es de 30 por ciento. Los magistrados les dan cinco días a los partidos para reunirse, negociar y establecer parámetros equitativos. El PRI mexiquense minimiza a quienes hicieron posible su triunfo en las pasadas elecciones.