Todos con un Juanito dentro

Todos con un Juanito dentro
Por:
  • larazon

El problema de la izquierda mexicana que accede al poder es que no tiene ideología: ve en el juego político de la democracia únicamente una posibilidad más de ganar dinero e influencias, haciendo un trabajo que sólo exige mucho bla bla bla, estómago duro y relaciones públicas.

Por eso Juanito pudo ganar la elección del 5 de julio para jefe delegacional en Iztapalapa, la demarcación más populosa del país: tres millones de habitantes y un presupuesto de casi cuatro millones de pesos provenientes de nuestros impuestos y de las riquezas nacionales.

El mismo Juanito que se impuso en los comicios gracias a la libre inspiración de Andrés Manuel López Obrador, quien controla el clientelismo que garantiza los votos en Iztapalapa, gracias al reparto discrecional del presupuesto.

Juanito, que vendía paletas en la casa de campaña del PT cuando AMLO lo escogió para que ganara las elecciones y renunciara a favor de la perredista Clara Brugada, previa catafixia legalizada por la Asamblea del DF, que domina la izquierda.

Sí, Juanito, a quien el grupo del izquierdista René Arce, enemigo de AMLO y controlador en parte del corporativismo en Iztapalapa, se encargó de mostrar el botín del que dispondría si no entrega el puesto a Brugada.

Un Juanito quien ahora enloquece haciendo cuentas para ver cómo saca billete y está poniendo condiciones para ceder su triunfo:

—Presidir la Comisión de Transición y que dos de los cuatro integrantes sean de su equipo.

—La inclusión de su hijo, Carlos Acosta, en el gabinete.

—Que le den a su gente el 50 por ciento de las direcciones, subdirecciones y jefaturas de área.

—Controlar la mitad de las Unidades Territoriales.

—Encabezar una Comisión de Vigilancia que supervisaría la gestión de Brugada.

Ése es Juanito, un sujeto marginal que encontró en el Proyecto Alternativo de Nación de AMLO una manera de obtener dinero sin hacer lo de antes: paletero, actor de ficheras, desnudista, luchador, golpeador profesional.

Que el año pasado empujó e insultó frente al hotel Sheraton del Centro Histórico al Premio Nobel de Química Mario Molina, que entró a Palacio Nacional “a mentarle la madre a Calderón” y que le quita el tolete a los policías “y con el mismo les rompo la madre”.

En fin, una desideologización estilo Juanito que abre puertas a tipos como Julio César Godoy, diputado electo y presunto líder del cártel La Familia, a una veintena de funcionarios y dos alcaldes perredistas de Michoacán, presos por narcos; al líder perredista de Tampico, Miguel Ángel Almaraz Maldonado, en prisión por ordeñar oleoductos; a René Bejarano…

Una izquierda en la que todos llevan un Juanito dentro.

ruben.cortes@3.80.3.65

fdm