Trump menosprecia la paz

Una vez más la necesidad de reconocimiento y el ego del presidente Trump ponen en peligro no sólo a los Estados Unidos sino al mundo entero. La imprudencia y la impericia política de este personaje hace que confunda la labor de un estadista con la de una estrella de televisión que vive del rating, generado a golpe de escándalo.

Aunque se ha hecho una lamentable costumbre el que semana a semana se hable de la más reciente insensatez del presidente, y luego se pase a otra cosa como si esto fuera algo normal, en esta ocasión Trump está jugando con fuego.

Es conocida la tendencia racista de Trump y sus métodos para encender los ánimos de su base, con sus medidas antiinmigrantes para “fortalecer la seguridad nacional”. También es sabido que el presidente usa Twitter sin pensar dos veces en lo que hace. El que el presidente de los EU reenvíe videos publicados por una activista racista de la ultraderecha británica con contenido antimusulmán, no sólo complica sus relaciones con el Reino Unido sino que lo vuelve a colocar como un personaje que reivindica grupos violentos, racistas y xenófobos. Justificar estas acciones por su preocupación por la seguridad de las fronteras es, simplemente, descarado.

En los días siguientes a estas publicaciones nos encontramos con reclamos de distintas figuras de la política británica, incluso Theresa May le ha pedido a Trump que se declare públicamente en contra de cualquier forma de discriminación, cosa que no ha sucedido. Justo en esta oleada de críticas por su postura antimusulmana, Trump le da un giro a la tuerca al elevarse el rumor de que esta semana piensa anunciar que cambiará la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén, reconociendo a esta última como la capital de Israel… Si lo que busca son titulares, lo hace muy bien. Si lo que quiere es ser un líder político serio… estamos en serios problemas.

El conflicto árabe-israelí no es un asunto para jugar a darle por su lado a tu base, en lo que ganas titulares en la prensa. Por décadas se ha tratado de encontrar una solución que respete a ambos bandos, y una resolución precipitada y poco pensada como ésta puede poner al mundo en pie de guerra nuevamente. ¿Hasta cuándo los políticos serios del Partido Republicano seguirán mirando para otro lado como si Trump fuera su hijo pequeño, portándose mal en público?

Los líderes palestinos, turcos y jordanos, entre otros, han manifestado su preocupación por este tipo de acciones, advirtiendo que se puede dar aire a los movimientos terroristas en todo el mundo. Pero para Trump no existe el mundo, sólo existe él mismo y sus cortos intereses. No es responsable encender los ánimos del planeta sólo para fortalecer la opinión pública en tu patio trasero.