Un inicio con el pie izquierdo

José Manuel Herrera.

El comportamiento de los principales indicadores económicos deja ver un mal inicio de gobierno. La economía se desacelera, la generación de empleos se reduce y la inflación repunta, mientras el gobierno frena el gasto y amenaza con un recorte presupuestal.

Los peores pronósticos de la Secretaría de Hacienda se cumplieron. Después de que hace unas semanas adelantó que la economía mexicana habría crecido “alrededor de uno por ciento” en el primer trimestre de este año, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) precisó el viernes que el crecimiento anual del Producto Interno Bruto (PIB) fue de 0.8 por ciento.

Corregido el efecto del número de días laborables por Semana Santa (que se ubicó en marzo, mientras que en el 2012 se estableció en abril) el crecimiento económico fue de 2.2 por ciento. En ambos casos estas tasas fueron las más bajas desde que el país salió de la recesión en 2009.

Esta menor actividad económica ha tenido su repercusión en la generación de empleos formales. Según el número de afiliados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en el primer trimestre el número de plazas nuevas fue 37% inferior a las registradas en el mismo periodo del 2012, al sumar 219 mil trabajadores, contra 345 mil de un año antes.

En materia de inflación, en los últimos dos meses el aumento general de precios se mantuvo por arriba del margen de tolerancia de las autoridades monetarias, empujado por los aumentos en los energéticos y los alimentos. En este último caso, el costo de las frutas y verduras crece a tasas anuales superiores al 25%, cancelando las mejoras salariales decretadas para todo este año.

En el primer trimestre del año, los ingresos públicos fueron inferiores en 25.4 mil millones de pesos respecto a lo calendarizado, pero el ejercicio del gasto público fue aún inferior, por 44.1 mil millones de pesos. Mientras los estados y municipios dejaron de percibir 4.8 mil millones de pesos, el subejercicio del gasto programable fue por 40.5 mil millones de pesos, debido a menores subsidios para el campo, el retraso de la inversión en infraestructura, y el rezago en apoyos sociales y las licitaciones para proyectos productivos.

Así, la situación económica no está mejor que hace un año, aunque las perspectivas parecen ser más positivas.

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