Jane Goodall, la conservacionista reconocida por su innovadora investigación de campo sobre chimpancés y su defensa del medio ambiente en todo el mundo, murió. Tenía 91 años.
El Instituto Jane Goodall anunció la muerte de la primatóloga este miércoles en una publicación de Instagram. Según el instituto con sede en Washington, D.C., Goodall murió de causas naturales mientras estaba en California, en una gira de conferencias por Estados Unidos.
Sus descubrimientos “revolucionaron la ciencia, y fue una defensora incansable de la protección y restauración de nuestro mundo natural”, dijo la institución.
Mientras vivía entre chimpancés en África hace décadas, Jane Goodall documentó que los animales usaban herramientas y realizaban otras actividades que antes se creían exclusivas de los humanos, y también notó sus distintas personalidades.
Sus observaciones y posteriores apariciones en revistas y documentales en la década de 1960 transformaron la forma en que el mundo percibía no sólo a los parientes biológicos vivos más cercanos de los humanos, sino también la complejidad emocional y social de todos los animales, al tiempo que la impulsó a la conciencia pública.
“En la naturaleza sola, cuando estás sola, puedes convertirte en parte de la naturaleza y tu humanidad no se interpone en el camino”, dijo a The Associated Press en 2021. “Es casi como una experiencia extracorporal cuando de repente escuchas diferentes sonidos y hueles diferentes olores y en realidad eres parte de este increíble tapiz de la vida”, añadió.
Asumir un papel activista
Su trabajo se trasladó a la defensa global después de ver una película inquietante de experimentos en animales de laboratorio en 1986.
“Sabía que tenía que hacer algo”, dijo Jane Goodall y agregó: “Era hora de vengarse”.
Cuando la pandemia de COVID-19 golpeó en 2020 y detuvo sus eventos en persona, comenzó a hacer podcasts desde la casa de su infancia en Inglaterra. A través de docenas de episodios de Jane Goodall Hopecast, habló con invitados como el senador estadounidense Cory Booker, la autora Margaret Atwood y la bióloga marina Ayana Elizabeth Johnson.
“Si uno quiere llegar a la gente; Si uno quiere cambiar actitudes, tiene que llegar al corazón”, dijo durante su primer episodio. “Puedes llegar al corazón contando historias, no discutiendo con los intelectos de las personas”, explicó.
En años posteriores Jane Goodall, rechazó los mensajes de “pesimismo y fatalidad” y las tácticas agresivas de los activistas climáticos, diciendo que podrían ser contraproducentes. También construyó una fuerte presencia en las redes sociales, aconsejando a millones de seguidores sobre la necesidad de poner fin a la agricultura industrial y cómo evitar quedar paralizado por la crisis climática.
Su consejo: “Concéntrese en el presente y tome decisiones hoy cuyo impacto se acumulará con el tiempo”.