AÑO NO-EVO

AÑO NO-EVO
AÑO NO-EVO
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En el último minuto del 31 de diciembre, un instante antes de que la rotación de la tierra quisiera cambiar el día y el año, algo totalmente inexplicable sucedió y si me atrevo a escribirlo no es para dejar constancia del hecho sin importar si quien lo lee me cree o no, tal vez si lo escribo pueda entenderlo pero si estás leyendo esto, dejaré que seas tú quien tome la decisión de si estoy cuerdo o soy candidato a ponerme una camisa de mangas XXL.

Estaba sentado contemplando las 12 uvas anidando en mi copa de champán pensando que quizá en esta ocasión pudiera cumplir las promesas que me hiciera y no como la tradición indica que es romper sistemáticamente cada una de ellas durante los primeros días del mes, esperaba que dieran las 12 campanadas y echarme de un solo trago el líquido junto con las uvas en un riesgo innecesario de atragantamiento.

Mientras lo hacía y sacaba las deslucidas y no cumplidas promesas de años anteriores con la intención de reciclarlas, una deslumbrante luz, que de tan brillante, era hasta hiriente, apareció ante mí cegándome por completo y cuando abrí los ojos, no había nada alrededor y si digo nada era en realidad nada, no una bruma blanca u oscuridad, no hay forma de describir la nada, es una ausencia si no hay luz no hay color, si no hay materia no hay nada que describir, no es como quedarse ciego sordo, aunque la descripción de la nada se podría asemejar a tratar de describirle el color rojo a un ciego de nacimiento o el canto de los pájaros al amanecer a un sordo. lo que sí puedo describir es la angustia que sentí, mis 5 sentidos eran inútiles en ese momento, era como no existir y gritar en la ausencia del aire pues no emitir ningún sonido y sentir en la ausencia de la materia es no sentir, y en el paroxismo del mi terror, escuché, o mejor dicho, mi cerebro tradujo aquello como si fuera sonido y luego, como si fuera animación o efecto especial de no muy buena calidad, un césped increíblemente verde apareció bajo mis pies y he de decir que fue la cosa más hermosa que hubiera visto, incluso con la ausencia de cielo azul o algo que rompiera la monotonía de ese manto verde infinito.

inmediatamente después de que apareciera el césped apareció una piedra y sobre ella un pequeño niño como de unos cuatro o 5 años completamente desnudo y consciente de su desnudez pues jugaba entretenido con sus partes pudendas.

-Hola sujeto.- dijo de manera directo y sin tapujos.

La situación de por sí increíble, no me impidió contestar con una reverenda estupidez como “mi nombre es Cristóbal, no sujeto”.

-Cristóbal es el nombre de una persona, de un tipo, de un individuo, de un hombre, ergo, de un sujeto. Así que te llamaré sujeto y como no hay nadie más en la existencia sabrás que me refiero a ti ¿o acaso ves a otro sujeto?-

A pesar de su descaro la lógica era indiscutible por lo que sabía que no estaba hablando con un niño, para todo efecto práctico podría estar hablando con el mismísimo Dios o el diablo o alguna divinidad, deidad, achichincle o agregado cultural que estuviera entre cualquiera de los extremos pero no me iba a poner a averiguarlo, tal vez desapareciera todo de nueva cuenta y cualquier cosa era preferible a volver a estar en ese lugar que no era lugar.

-Bueno y no me vas a hacer las preguntas que quieres hacerme.-

-¿Cómo sabes que quiero hacerte preguntas?-

-Porque no eres un animal. Desaparece todo frente a ti, y luego aparece un pasto verde hasta el horizonte y lo más extraño de eso no es la extensión, sino que esté perfectamente cortado y sin ninguna otra cosa que rompa la monotonía visual excepto esta piedra donde me encuentro sentado ¿Y no quieres hacerme preguntas?-

-Las preguntas las tengo lo que no sé si quieras contestarlas.-

-Mejor me aviento un monólogo que nos ahorre preguntas simples que rayarán en lo idiota y así tú te enteras de todo Sin perder tiempo.-

Preferí no contestar, qué le contestas a un niño de cuatro o 5 años desnudo, sobre una piedra, en un campo de pasto perfectamente cortado de extensión infinita y que aparte tiene el descaro de llamarte simple.

-Bueno, empecemos, en cada ocasión que un planeta cumple su rotación alrededor del Sol, Nos aparecemos ante un sujeto de la especie dominante escogido de forma aleatoria y le planteamos la posibilidad de incidir en el futuro de sus semejantes A lo mejor dicho en la construcción del futuro de su planeta al menos, por la siguiente rotación alrededor de su astro. Y antes de que digas que es un gran honor o un enorme privilegio haber sido contemplado para determinar el futuro de la humanidad, déjame decirte que los anteriores sujetos, la han cagado en proporciones Dignas de comerse un murciélago con una enfermedad altamente contagiosa. Y si te preguntas qué sucede con los otros planetas, en esta u otras galaxias pues nada, lo mismo.

En términos de tu mitología, soy tu año nuevo, quizá por eso siempre aparezco con cuerpos pequeño porque así me ven todos, al menos tú no me imaginaste como bebé en un pañal y una ridícula banda cruzándome el pecho, quizás sería mejor llamarme Evo como tú Eva, así sería no nuevo sino No-Evo jajajajajaja mejor dejo de distraerme y seguimos con lo nuestro. Así que, sujeto Cristóbal, empecemos con EL cuestionario y acabemos con el asunto para que pueda retirarme a mi cómoda dimensión donde las cosas son como deben de ser, y no cuestiones en proceso como este chiquero dónde estamos.-

-¿Qué? ¿En serio la realidad se reduce a un cuestionario?-

-Básicamente sí, digo puede ser mucho más larga la explicación pero, tratar de hacerte entender la manera en que transformamos la materia y reconstruimos aquello que se configuró en un ciclo anterior tratando mantener la continuidad en el espacio tiempo, jugando con lo que ustedes conocen como teoría de la relatividad pero que no es más que la distancia entre 2 partículas en direcciones opuestas viajando a velocidades lumínicas, que, si me dejas meter mi cuchara en este asunto, se me hace una de las constantes más absurdas que hayan podido inventarse, complicada y totalmente inútil. Bueno bueno bueno bueno, me estoy yendo por otro lado, EL cuestionario acaba de aparecer en tu cabeza como ya te diste cuenta y no, no puedes modificar eso de tus ex novias, ese barco ya zarpó como dice tu dicho. No, tampoco tienes que responder lo que está apareciendo en tu cerebro, son las respuestas que ni siquiera llegas a conformar lo que nosotros necesitamos para la creación de esa continuidad del espacio, materia, tiempo y sus fastidiosas leyes universales que acabo de decirte, tampoco necesitas entenderlas con que las entienda yo, es suficiente.-

-¿Entonces eres el año nuevo?-

-No-Evo, o bueno, para tu corto entendimiento me puedes llamar como se te de la gana, en realidad me es total y absolutamente indistinto. Mi trabajo está hecho así que, con tu permiso o sin él, regreso a donde verdaderamente me necesitan y no a seguir perdiendo el tiempo… tu tiempo.-

-Pero…-

Cuando abrí los ojos sentí la satisfactoria dureza del piso en mi espalda, un extrano dolor sordo en mi cabeza y todas las miradas sobre mí formando un círculo. Estuve tentado de decirles que no me agradecieran por haberles concedido un año más de existencia pero luego vi sus caras de preocupación y ni siquiera me dieron tiempo de tratar de adivinarlo pues Antes de hacerlo me contaron cómo me había atragantado con las uvas, perdido el conocimiento, haber golpeado el suelo con toda mi humanidad y como es el mismo golpe desatascó las uvas que obstruían mis vías respiratorias. En otras palabras, seguramente había tenido la luz y nación más extraña de mi existencia y así hubiera dejado las cosas Si no fuera por esa estrella roja que aparecía en el manto estelar, esa estrella que había haciendo explosión pues el sujeto de su sistema solar así lo había querido e inmediatamente había aparecido la respuesta en mi cabeza diciendo que ese sistema en particular estaba completamente deshabitado y que si quería que estallara la estrella bien podría concedérmelo pues, era una minucia en comparación con todo lo que tenía que hacer para tratar de darle sentido a esta especie que no podía ni siquiera mantener en condiciones óptimas su propio planeta.

Y estaba casi seguro que la única estrella roja que se veía en el cielo hasta el año pasado era Marte y eso que estaba yóo viendo mientras seguía tendido en el suelo, estaba en el otro extremo del cielo… donde aparecía Marte.