Casa Marie José y Octavio Paz

Anuario: Culmina año con acervo de Octavio Paz en sede final

El espacio dirigido por Leticia Luna abrió sus puertas el pasado 19 de abril, ahí se encuentran obras de arte, fotos que pertenecieron al poeta y objetos personales; aún falta que el archivo documental se lleve a El Colegio Nacional

Especialistas trabajan en la catalogación de documentos de Paz.
Especialistas trabajan en la catalogación de documentos de Paz.Foto: Cuartoscuro
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Tras cinco años de incertidumbre, este 2023 se trasladó parte del acervo de Octavio Paz a su sede definitiva, la Casa Marie José y Octavio Paz, ubicada en el edificio histórico “La Perulera”, donde se difunden y preservan los bienes del escritor y de su viuda.

El espacio, dirigido por Leticia Luna, abrió sus puertas el pasado 19 de abril y ahí se encuentran fotografías históricas del autor de El laberinto de la soledad con figuras de la cultura del país, objetos como el mueble donde estaban sus cenizas, el escritorio de la biblioteca de la casa de Río Guadalquivir 109, un librero, la medalla del Nobel de Literatura, así como el traje que usó len a ocasión en que se convirtió en el primer mexicano en ser galardonado con dicha distinción. Además de obras de arte, como el famoso retrato del escritor que hizo Alberto Gironella y pinturas de Rufino Tamayo, Antoni Tàpies y Manuel Felguérez.

Los bienes se trasladaron al inmueble el pasado mes de marzo, se encontraban en la casa que perteneció a la pareja en la calle de Plinio, en Polanco; y en el departamento que era de su propiedad, en Guadalquivir 109, en la colonia Cuauh-témoc, donde eran resguardados por la Guardia Nacional.

“La casa es la sede del Fideicomiso Marie-Jo y Octavio Paz, que el Gobierno de la Ciudad de México y la Secretaría de Cultura federal han conformado para el inventario, administración y manejo de los bienes de Paz… Hemos acordado con la Secretaría de Cultura, formar un consejo asesor que siempre esté al tanto del legado de Paz, que haya total transparencia en el uso de los recursos y en el uso de su obra”, indicó Claudia Sheinbaum, entonces jefa de Gobierno de la capital.

Los bienes quedaron intestados tras la muerte de Marie José Paz, por lo que quedaron bajo la custodia del DIF y fueron declarados Monumentos Artísticos. Hasta abril pasado, Alejandra Frausto, secretaria de Cultura federal, informó que se habían estabilizado para su posterior tratamiento y catalogación, alrededor de 70 mil documentos, ocho mil 138 libros, 476 obras artísticas, 472 piezas de arte decorativo, 651 objetos de joyería, 64 prendas de vestir y 50 enseres muebles diversos.

Se detalló que la manera en que se gestionarán los recursos para mantener el importante acervo será a través de un fideicomiso integrado por la Secretaría de Cultura, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura y el DIF de la Ciudad de México. 

Aún queda pendiente el traslado del acervo documental de Octavio Paz a El Colegio Nacional como lo estipuló el poeta. Sin embargo para que esto suceda se tendrá que suscribir un convenio con el fideicomiso que administra el archivo del autor, realizar un trabajo de catalogación y conservación, además de digitalizarlo. Hasta el momento se desconocen los avances de estas labores.

En la Casa Marie José y Octavio Paz, el Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble (Cencropam) instaló un laboratorio, en el que un equipo de expertos realiza el inventario, limpieza, restauración, clasificación y catalogación del archivo del poeta y sus bienes muebles.

Acervo de Poniatowska prendió alerta

El hijo de la escritora Elena Poniatowska, Felipe Haro, alertó en agosto pasado que pese a que la voluntad de la escritora es que su archivo se quede en México, corre el riesgo de que salga del país por falta de apoyos.

“Cuando a mi mamá le ofrecen comprar el archivo, yo digo que no, que se tiene que quedar en México, pero ahora lo que estamos enfrentando es que cada vez es menos la posibilidad de que se quede, porque no tenemos las condiciones que tiene el de Gabriel García Márquez, tienen toda una casa, un lugar muy bien hecho para guardar esos archivos, en México la memoria se pierde”, aseguró Felipe Haro, presidente de la Fundación Elena Poniatowska Amor, en una conferencia previa a la entrega del Premio Internacional Carlos Fuentes a la Creación Literaria que recibió este año la autora de La noche de Tlatelolco.

Meses después, en entrevista con La Razón, detalló que para catalogar y digitalizar el archivo de la escritora y periodista, que asciende a más de 150 horas de audio, 250 horas de video, más de 25 mil libros, entre 70 mil y 80 mil fotos y correspondencia, requieren al menos 20 millones de pesos. Además, para su mantenimiento mensual se necesitan entre 150 a 200 mil pesos.

La preservación y difusión de dicho patrimonio, no sólo permitiría conocer una época importante de la vida cultural en México, sino que también contribuiría a visibilizar fondos de mujeres, aspecto en el que México “tiene poco camino trazado”, afirmó a este diario Martha Ruiz González, directora del acervo.

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