Armando Zayas, la batuta que dio aliento a la música mexicana

Armando Zayas, la batuta que dio aliento a la música mexicana
Por:
  • adriana_gochez

Armando Zayas, quien adoptó de José Moncayo el amor por la música tradicional mexicana; de Blas Galindo, el entusiasmo para dirigir orquestas; y de Carlos Chávez la disciplina. Fue un artista que lo mismo se dedicó a la promoción de los compositores nacionales, que al impulso de nuevos proyectos como la Escuela Mixe y la Orquesta del Instituto Politécnico. Fue parte de lo que familiares, colegas y amigos recordaron ayer, al despedirlo con una de sus mayores pasiones: la música.

Las orquestas Típica, Juvenil del Centro Cultural Ollin Yoliztli y Sinfónica Infantil y Juvenil de la delegación Magdalena Contreras —de la cual era director— participaron en el homenaje de cuerpo presente que se realizó en la Sala Silvestre Revueltas. Zayas, quien hasta sus últimos días trabajó como director de orquesta, falleció ayer a los 86 años, víctima de un paro cardiaco.

Con una prolífica trayectoria tanto en México como en el extranjero, dirigió por primera vez una orquesta a los 20 años, cuando aún era estudiante de la Escuela Nacional de música. Esa oportunidad que le brindó Luis G. Saloma fue clave para él y un impulso para continuar por este camino que lo llevó a ser titular de importantes agrupaciones como la Orquesta del Conservatorio Nacional de Música, la Filarmónica de la UNAM y la Orquesta Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional (OSIPN).

Siempre se preocupó por la difusión de la música mexicana, tal como lo recuerda Guillermo Salvador, ex director de la Orquesta Filarmónica de Jalisco en entrevista con La Razón: “Dedicó buena parte de su vida al apoyo del desarrollo de esta música y de los compositores nacionales”.

Muestra de ello fue el paso de Armando Zayas por la OSIPN (1994-2003) cuando incluyó, al menos, la interpretación de una obra mexicana, en cada temporada.En este ámbito destaca el álbum doble 10 Compositores Mexicanos Siglos XIX y XX, que grabó con esta agrupación.

Otro de sus legados está en el ámbito de la danza. Actividad en que llegó a ser director musical de la Compañía de Danza Mexicana y del Ballet Popular Folklórico de Amalia Hernández. De acuerdo con la bailarina Colombia Moya, fue “un gran conocedor del trabajo de la danza con la orquesta”.

Un trabajo invaluable que realizó descansa en la creación de la Escuela Mixe en 1977, la cual más tarde se convertiría en el Centro de Capacitación Musical.

Quienes fueron sus colegas lo recuerdan como una persona amable, pero también muy exigente en todos

los sentidos.

“Tenía un grado de condescendencia extraordinario con la gente, sobre todo para quienes éramos jóvenes y niños en aquella época, era muy atento, respetuoso y educado. Lo recuerdo dirigiéndose con gran respecto a la orquesta, transmitiendo sus conocimientos”, comenta Guillermo Salvador, quien lamenta que en el país no se le “haya reconocido de forma adecuada”.

Luego de darse a conocer la noticia de su fallecimiento, personalidades de la cultura lamentaron su pérdida. Enrique Diemecke, director artístico de la Orquesta del IPN, destacó su labor para hacer posible la creación de esta agrupación. “Agradecemos lo que nos dejó”, comentó a través de un comunicado de prensa.

Por su parte, Rafael Tovar y de Teresa, secretario de Cultura federal, señaló: “La música mexicana pierde hoy a uno de sus más entusiastas promotores”.

Para rendirle homenaje, la Orquesta Sinfónica del IPN informó que dedicará al maestro Armando Zayas su concierto Selva, el próximo 21 de abril.

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