Crónicas de guerra... busca reivindicar a periodistas

En un momento en que las mujeres están rompiendo los moldes clásicos, Diana Benítez estrena la puesta en escena Crónicas de Guerra en cuartos de hotel, en el Foro Shakespeare, la cual aborda la historia de una corresponsal en la Segunda Guerra Mundial.

¿En qué te basaste para escribirla? En la Historia de vida de Martha Gellhorn. Además de una amplia investigación sobre su vida y varios artículos que ella escribió y que fueron publicados en la revista Colliers de Estados Unidos. Supe de ella en un viaje que hice a España, donde encontré un libro suyo. Al hojearlo me pareció sumamente interesante su vida y la relación que tuvo con las múltiples guerras en las que estuvo como corresponsal de guerra. Me parece que fue una mujer muy valiente, muy dedicada a lo que le interesaba, en especial a querer encontrar la verdad para poder cambiar al mundo. O por lo menos eso es lo que ella imaginaba. Si tomamos en cuenta que eran los años 30, donde los estereotipos de la mujer femenina y dedicada a su hogar, estaban tan fuertemente establecidos, el simple hecho de que ella estudiara periodismo fue una afrenta contra el sistema de entonces.

¿Qué parte de la vida de la periodista relata la obra? Desde la época de la guerra civil española en los años 30, hasta los años 80 en El Salvador, pero en especial se presentan momentos importantes mientras estaba en cuartos de hotel, en diferentes países y con diferentes personajes.

¿Cuál fue el reto de adaptar la vida de Gellhorn a una obra? En principio la investigación, después organizar la información, porque ella escribió mucho, pero casi no se habla de su vida personal y para poder hacer los diálogos y escuchar sus puntos de vista hubo que interpretar muchos textos informativos, en especial lo relacionado a su vida junto a Hemingway.

¿Crees que ha sido invisibilizada en la historia de la Segunda Guerra Mundial? No sé si “sistemáticamente” o es que simplemente a nadie le importó que existiera una corresponsal de guerra en medio de la Segunda Guerra Mundial. También es cierto que siempre se ha minimizado el papel de la mujer en actividades que se dice son masculinas. El hecho también es que desde entonces estaba mal visto que una mujer se atreviera a hacer este tipo de actividades y por otro lado, al haber sido esposa de Hemingway, pues él le robó protagonismo. Pero el papel de ella superó a lo largo del tiempo, con su entrega y su carácter, lo que muchos esperaban de una corresponsal mujer en medio de la guerra. Gracias a ella existe mucha información directa sobre el día “D”, pues estuvo presente todo el tiempo, se vistió de enfermera y apoyó en labores de rescate.

¿Cómo piensas que hubiera sido su labor en Ucrania? Seguramente estaría en lo más cercano a la acción. Estaría hablando con la gente sencilla, mirando todo y escribiendo mucho sobre el papel de ambos bandos, incluido el de EU y Europa.