Éxtasis puro retrata el deseo de venganza de las mujeres

Éxtasis puro, el más reciente estreno de Ximena Escalante, es una propuesta que gira en torno a dos temas que la dramaturga ha abordado en diferentes etapas de su escritura: las figuras femeninas griegas y la venganza de las mujeres con el objetivo de comprender las motivaciones de dichos personajes y compartir sus vidas desde una mirada actual.

Por siglos, los celos, la locura y la envidia han sepultado las profundas motivaciones de las mujeres que pueblan las tragedias griegas. Así como lo hizo con Fedra o Andrómaca, Escalante se acerca al dolor contenido, la rabia silenciada y al deseo de venganza de una mujer que clama saciar sus emociones con océanos de sangre y cielos de arrepentimiento.

Actualmente en temporada en el Foro Lucerna, Éxtasis puro acompaña el caminar de Clitemnestra, quien observa volver a su esposo, el poderoso Agamenón, después de diez años de guerra en Troya. Ahora, es tiempo de venganza y saldar deudas.

Dirección de Benjamín Cann, la puesta en escena presenta un espacio de contrastes, que empiezan por la escenografía, diseñada por Víctor Zapatero, que se basa en un áspero pasto amarillento que cubre todo el espacio (hasta la zona de butacas) y que rodea a una brillosa plataforma negra rectangular con un hueco que asemeja una pequeña piscina.

En este espacio impoluto, las pisadas y las palabras quedan marcadas. El marinero que aparece y alerta de la venida del “héroe”, la sirvienta que sufre en carne propia la violencia masculina, los demonios familiares que tejen los hilos del rencor y el hombre que llega de tierras lejanas acompañada de una mujer que nadie oye; todos dejan huella en el suelo y en la cabeza de la reina.

Los sentimientos afloran y Clitemnestra atraviesa el odio, los celos, la envidia, el miedo, la incertidumbre, el horror, la tristeza, el enojo, la vergüenza y la liberación para llegar al éxtasis, ese momento de disfrutar de la venganza sin concesiones y del placer que se respira y siente diferente.

En la puesta se ofrecen momentos de comprensión y consuelo entre mujeres. Un ejemplo es cuando Clitemnestra y Casandra tienen un encuentro que da sentido a su futuro; ellas se ponen de acuerdo sobre cómo deben actuar frente a la catástrofe y hacen un pacto en un mundo ensordecido, en el cual ellas dos se escuchan.

Coordinación y producción ejecutiva de David Castillo, Éxtasis puro cuenta con las actuaciones de Maya Zapata, Alejandro Morales, Astrid Romo, Itzhel Razo, Quetzalli Cortés, Rodrigo Virago y Samantha Coronel, quienes se mueven en medio de tormentas y malos presagios.

Zapata lleva el peso de la propuesta, se mantiene estoica ante los dolorosos recuerdos del pasado, el angustiante presente y el agridulce futuro. Es una reina elegante que está lista para sentir la venganza, dejarse seducir por la destrucción y respirar la libertad de ser ella.

De la puesta en escena, destacan el trabajo de vestuario de Eloise Kazan, y la pintura y composición pictórica de Patrick Pettersson, que enmarca la relectura de esta tragedia griega que, con cuchillo en mano, está lista para observar cómo las emociones no se dominan, los enemigos no se perdonan y los demonios gritan ensordecedoramente mientras se potencializan las verdaderas intenciones y deseos que están callados: ¿realmente se puede confiar en el otro?, ¿una esposa perdona?, ¿yo quiero estar aquí?