Publica No te veré morir

Muñoz Molina entrega la historia de un amor roto por los naufragios del tiempo

Novela que narra el encuentro de una pareja separada después de 50 años; “apelo a mi memoria personal y a la colectiva”, afirma el narrador a La Razón

El autor español, en una foto de archivo.
El autor español, en una foto de archivo.Foto: Editorial Planeta
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El destacado narrador (novela, relato y diario), ensayista y articulista Antonio Muñoz Molina (Úbeda, Jaén, España, 1956) —acreedor de los Premios Planeta (1991), Príncipe de Asturias (2013), Jerusalén (2013) y Médicis Étranger (2020), entre otros... — lanza No te veré morir (Seix Barral, 2023): novela que indaga en los itinerarios de los recuerdos y el abandono, la confianza y la ingratitud, la porfía de la pasión sentimental y sus quimeras.

Una historia de amor quebrada sin posibilidad de redención por los naufragios del paso del tiempo. El autor de la célebre novela El jinete polaco (1991) rememora la apasionada aventura sentimental de los protagonistas Gabriel Aristu y Adriana Zuber y, asimismo, se detiene en los corolarios de la Guerra Civil española y la dictadura de Franco, contexto histórico de los episodios de la relación amorosa de estos dos personajes que se rencuentran cinco décadas después.

Si estoy aquí y estoy viéndote y hablando contigo, esto ha de ser un sueño, dijo Aristu, mirando a su alrededor con asombro, con gratitud, con incredulidad, con el miedo a que en cualquier momento se disipara todo, volviendo la mirada hacia Adriana Zuber, medio siglo después, hacia el color y la expresión inalterada de sus ojos, sorprendido de hasta qué punto, habiendo creído recordarlos siempre con exactitud, los había olvidado, los bellos ojos risueños entre grises y azules que ahora lo miraban a él igual que la última vez, en mayo de 1967...”: incipit de una narración arropada por improntas musicales de una prosa de meticuloso trabajo estilístico.

“Esta novela la escribí, lo confieso, bajo los influjos de algunas obras impregnadas en mi reminiscencia de Bach y Beethoven. Recordaciones de azoramientos pasados que se infiltran en el presente. Apelo a mi memoria personal y a la colectiva. Exploro en la estructura y los esquemas de la literatura amorosa de Occidente. Hay un cotejo de la nostalgia de un primer amor protagonizado por dos personajes que el destino separó durante medio siglo y que se reencuentran en el ocaso de sus vidas”, precisó Muñoz Molina a La Razón.

¿Dos ‘destinos’ contrapuestos? Ellos se conocen en los años 60 del siglo pasado en Madrid. Él, un abogado promisorio; ella, una mujer casada. Tienen apasionados encuentros eróticos y dejan de verse en 1967. Gabriel se va a Estados Unidos y alcanza el éxito profesional; Adriana permanece en la capital española y es testigo de la dictadura franquista.

La poesía de Idea Vilariño me ha impresionado siempre. El verso lo tomé de un poema que ella dedica a Onetti. Bien sabemos de la relación apasionada que sostuvieron. La trama de la historia que cuento tiene coincidencia con los turbadores episodios amorosos de Idea y Onetti. ‘No te veré morir’: verso hermoso y triste que me ayudó a edificar el brío de la novela

Antonio Muñoz Molina, narrador

¿Crónica de un amor malogrado? Sí, pero él rehace su vida sin poder borrar de la memoria esos ocultos incidentes pasionales compartidos con ella. Amor frustrado que, sin embargo, tiene por una casualidad un reencuentro: el eje, la coordenada clave de la novela. Me he atrevido a escribir una historia de amor que se quiebra por los azarosos estragos del tiempo.

¿Narración estructurada en tres tiempos y espacios? Se diferencian entre sí en su forma de relatar los hechos: primer tiempo-espacio dilucidado sin corte en 73 páginas sin puntos, que devela el trance íntimo que enfrenta Gabriel; en la segunda, más objetiva, un narrador en primera persona cambia la perspectiva; en el tercer tiempo se cuenta el turbador reencuentro de dos personas en plena vejez, quienes están conscientes del ocaso de sus vidas, pero, saben de las secuelas y los impactos de la secreta relación que sostuvieron hace 50 años.

¿Título tomado de un poema de la uruguaya Idea Vilariño? La poesía de Idea Vilariño me ha impresionado siempre. El verso lo tomé de un poema que ella dedica a Onetti. Bien sabemos de la relación apasionada que sostuvieron. La trama de la historia que cuento tiene coincidencia con los turbadores episodios amorosos de Idea y Onetti. “No te veré morir”: verso hermoso y triste que me ayudó a edificar el brío de la novela.

Gráfico
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No te veré morir

Era el miedo insensato a estar soñando y despertarse de pronto, como tantas veces que había estado seguro de ver a Adriana Zuber, diciéndose a sí mismo que sin la menor duda estaba despierto, y al decírselo sentir una sospecha insidiosa, aunque al principio inverosímil, porque aquello que veía y escuchaba estaba tan claro, con detalles tan precisos, accidentales, hasta rebuscados, sólo podía ser la realidad. Igual que ahora mismo, muchas otras veces a lo largo de los años se había encontrado frente a Adriana Zuber, y le había contado lo que le contaba ahora, casi con las mismas palabras, con variaciones que se atenían a un patrón invariable, como borradores sucesivos de un relato que no acababa nunca de lograr una forma definitiva. Estaba con ella, en un lugar algunas veces identificado y otras desconocido, feliz de haberla encontrado por fin, impaciente por contarle su vida y escucharla a ella contarle la suya.

Fragmento tomado del libro

No te veré morir
No te veré morir
No te veré morir
  • Autor: Antonio Muñoz Molina
  • Género: Novela
  • Editorial: Seix Barral, 2023
Antonio Muñoz Molina
Narrador y periodista
  • Nació: 10 de enero de 1956
  • Nacionalidad: Española
  • Trayectoria: En 2024 fue nombrado director del Instituto Cervantes de Nueva York; desde 1995 es miembro de la Real Academia Española y en 2013 fue galardonado con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras