Publican La cofradía de las viudas

Reivindican a mujeres que desafiaron en México a la Santa Inquisición

Mónica Hernández explora la vida de quienes tomaron los mandos de las impresoras tras la muerte de sus esposos; novela histórica que hace un tributo a la letra impresa y a los libros; paseo por el México del Virreinato

La cofradía de las viudas
La cofradía de las viudas
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Después del rotundo éxito de su primera novela Las perlas malditas del almirante (2020), la narradora y articulista Mónica Hernández (Ciudad de México, 1968) da a conocer La cofradía de las viudas (Martínez Roca/Planeta, 2022), fábula histórica que explora episodios de la vida de ocho mujeres que desafiaron a la Santa Inquisición durante el Virreinato en México. Enlutadas por la muerte de sus maridos impresores, toman los mandos del oficio de ellos y se reconcilian con la edición de libros.

Sedicioso thriller cuya trama se sustenta en personajes reales: mujeres de carne y hueso, quienes lograron con tesón y osadía derribar los muros que limitaban acciones a las féminas hasta el logro de defender y conformar durante siglos una influencia concluyente en la vida cultural, social y política de México. Crónica centrada en los temerarios actos de Paula de Benavides, legendaria fundadora de una dinastía que tuvo presencia en nuestro país de 1640 a 1768.

“Estas mujeres sabían leer y sabían escribir en latín, lengua protagonista de los volúmenes que se imprimían en aquellos tiempos inquisitoriales. A la muerte de sus cónyuges, con los pocos recursos que tenían a mano, persisten en el oficio de impresoras. Quise escribir una historia donde se pudiera corroborar el ánimo de unas mujeres capaces de hacer lo que fuera para alcanzar poder y mantenerlo. Es también un homenaje a los libros, a la letra impresa, a muchos de esos manuales que eran clandestinos, censurados y prohibidos”, expresó en conversación con La Razón Mónica Hernández.

Quise escribir una historia donde se pudiera corroborar el ánimo de unas mujeres capaces de hacer lo que fuera para alcanzar poder y mantenerlo

Mónica Hernández, Autora

¿Mujeres dedicadas al oficio de impresoras en el México del siglo XVII? Durante el encierro de la pandemia vi un Twitter que hacía referencia a Paula de Benavides: “impresora y viuda entre 1640 y 1680”. Me llamó la atención esta viuda impresora en el Virreinato. Mi curiosidad me llevó a buscar datos sobre ella: encontré poco, más que todo un legajo académico, que hace mención a mujeres impresoras en el periodo de 1560 a 1570.

¿De ahí nació la idea de la novela? Me enganchó la historia de estas viudas impresoras, quienes sostienen a la industria editorial en la Nueva España. Me pregunté: ¿Y por qué no hay nada escrito sobre ellas? Mi imaginación juntó a varias; las vi en sus ajetreos por el Centro. Las agrupé en un periodo y conjeturé las vicisitudes y trances que tendrían que afrontar por ser mujeres y además viudas.

¿La cofradía existió? Mi imaginario insurrecto me conmina a afirmar que la cofradía sí existió, tal vez de manera clandestina, no oficial. Tuvieron que trabajar un poco en secreto para sobrevivir y mantener el negocio.

¿Y Paula de Benavides? Hay registro de su nombre y de seis hijos que concibió, cuatro de los cuales fueron sacerdotes; y dos hijas: una monja y otra casada con un impresor contrincante. Paula es una mujer muy interesante; pero, hay pocos datos de ella en los archivos de la época. En la novela le doy vida ficcional tras la muerte de su esposo: los miembros de la cofradía la buscan, entonces entra a un mundo de libros ilegales, perfidias y crímenes.

¿Thriller inundado de intrigas en pleno Virreinato? Quise contar la historia de estas mujeres recurriendo a las emociones, como un relato que a mí me hubiera gustado leer, siempre escribo bajo esa premisa. ¿Quiénes son estas osadas mujeres impresoras que a pesar de los acontecimientos que enfrentan consiguen sus objetivos? Están acechadas por la envidia, celos, desamor, tristeza y dolor.

¿Por momentos se asoma el Umberto Eco de El nombre de la rosa? Me sonroja la comparación. Esa novela es clave en mi catálogo de lectura. Un escritor se nutre de otros libros. Asumo la presencia de muchos autores que han incursionado en el contexto de historias, donde la ficción dialoga con la realidad.

La cofradía de las viudas
​Por Mónica Hernández

En un rincón del patio, bajo una arcada, estaban Gerónima, Isabel, María de Espinosa y algunas otras viudas que Ana conocía bien. Miró a su alrededor, con discreción y bajo el velo de encaje para ubicarse en la casa. Habían colocado el ataúd en el centro del patio, donde se agrupaban los dolientes. Las macetas de buganvilias salpicaban de color la masa de personas vestidas de negro que susurraban en pequeños corrillos. La nueva viuda estaba delante del cajón de madera, con la mirada fija en la cara de desinterés del difunto. A su lado, un joven alto y guapo se asomaba al féretro y una muchacha, que le pareció hermosa, se secaba las lágrimas con un pañuelo bordado. Aquellos debían de ser los hijos del muerto, pensó Ana, dudando entre ir e interrumpir a los familiares para dar el pésame o esperar un mejor momento. Se decidió por lo primero. Si al rato comenzaban una misa, un rosario o las plañideras con sus desmanes, lo tendría complicado. Tomó aire y se dirigió hacia el cajón. Resopló con cautela; todos los ataúdes y todos los muertos eran iguales. Tanto que parecían el mismo.

—Lo siento mucho, doña Paula. Reciba usted mis condolencias y que Dios, Nuestro Señor, le mande pronta resignación a su pena.

—Ana habló en voz baja, detrás de la nueva viuda.

Paula se giró, pero no pareció reconocer a quien le hablaba. Asintió sin abrir la boca. Jugueteaba con sus manos sin guantes. Ana fijó la vista en las manos de aquella mujer. Eran blancas y sin pecas.

—Ana de Herrera, viuda de Diego Garrido, que Dios guarde —dijo con suavidad y una pequeña sonrisa (…)

Fragmento del libro.

La cofradía de las viudas
La cofradía de las viudas
La cofradía de las viudas
  • Autora: Mónica Hernández
  • Género: Novela
  • Editorial: Planeta /Martínez Roca, 2022