Literatura

“Serafín es la mejor novela que he escrito”: Ignacio Solares

Explora dos de los temas que con más regularidad aparecen en sus libros: la inocencia y el mal.

El escritor, en el antiguo Palacio de Minería, en febrero de 2020.
El escritor, en el antiguo Palacio de Minería, en febrero de 2020.Foto: Cuartoscuro
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Ignacio Solares (Ciudad Juárez, Chihuahua, 1945) publica una nueva versión de la novela breve Serafín, la cual apareció originalmente en 1985. Fábula donde el autor de El sitio (Premio Xavier Villaurrutia, 1998) explora dos de los temas que con más regularidad aparecen en sus libros: la inocencia y el mal. Serafín viaja a la Ciudad de México en busca del padre creyendo que éste lo va a cobijar: no sabe que ese viaje será un tropiezo con el mal.

“Ese niño va en busca de su padre a la Ciudad de México. Cree no obstante, que su padre lo va a atender y lo va a resguardar. Todavía tiene la ilusión de que cuando lo encuentre en la ciudad, van a regresar juntos al pueblo. Resulta que Serafín se enfrenta al MAL (con mayúscula): ésa es la clave de esta novela. El Mal concurre en las cosas más difusas y a veces casi intangibles que nos asedian”, comentó Ignacio Solares a La Razón.

¿Novela Rulfiana en esa búsqueda aciaga del padre? Sí, es la desolación tan bien explorada por Juan Rulfo, conexa con la apatía del padre. La influencia de Rulfo fue determinante en mi vida, en mi escritura, sobre todo en cuanto a su cosmos, en cuanto a ese abismo que es buscar al padre. Me persigue un eco, el inicio de Pedro Páramo: “Vine a Comala porque me dijeron que aquí vive mi padre, un tal Pedro Páramo”.

El protagonista de El juramento es otro Serafín, quizás en otras circunstancias. Para mí, Jesucristo es el gran refugio y la gran respuesta a nuestro desamparo

Ignacio Solares, Escritor

Se aprecia una escritura cuidadosa y asimismo, muy espiritual, como brotada de los adentros... Me atrevo a decir que es la mejor novela que he escrito, en la que más he trabajado las alegorías y las imágenes. Me siento muy orgulloso de ella a pesar, de su brevedad. Serafín me salió del alma: la escribí con amargura, con sangre que no coagulaba. Brotó del corazón porque me punzó de manera inenarrable su desamparo.

¿Presencia de lo aciago en toda la novela? Ese padre emponzoña todos los ambientes que toca. Serafín está cercado por lo diabólico. Repito, la clave del libro está en el viaje que Serafín hace a los bordes del Mal.

¿Alegórico que la virgencita que la madre le da a Serafín se rompa durante el viaje? La virgen hecha de cal que le da la madre al niño Serafín es un talismán protector, cuando va solo en el camión para buscar a su padre: la virgen se rompe. Era la alegoría del amparo y se descuartiza.

¿Sensación de irrealidad y de misterio? En todos mis libros he merodeado un misterio: el dolor en la vida. La virgen rota es sustancial. No olvidar el anciano maléfico en el camión que le dice a Serafín: “No tiene caso rezarle a una Virgen rota”. El niño no tenía escapatoria, se queda alcanzado por el Mal.

¿Por qué decidió publicar esta nueva versión? Al reescribirla, fui afinándola: saqué algunas cosas que sobraban y al mismo tiempo, progresó la trama al acentuar las partes en donde se muestra la barbaridad del Mal. El viejo con el que Serafín se sienta en el camión es una especie de demonio. Ese personaje aparece en otro de mis cuentos, “El árbol del deseo”, en donde mata a una señora de nombre Angustias. El Mal es algo que para mí está siempre presente.

¿Concurrencias con su novela El juramento? Mi experiencia de haber estudiado con los jesuitas, cuya labor social me adentró en la grandeza del cristianismo, ha sido determinante en mi vida. El protagonista de El juramento es otro Serafín, quizás en otras circunstancias. Para mí, Jesucristo es el gran refugio y la gran respuesta a nuestro desamparo, porque todos vivimos, en cierta forma, desamparados en manos del Mal.

Serafín
Serafín
Serafín
  • Autor: Ignacio Solares
  • Género: Novela
  • Editorial: ERA, 2021