Atlético y United se vuelven a enfrentar 30 años después

Manchester United y Atlético de Madrid se vuelven a ver las caras después de más de 30 años, pues la última ocasión en la que se enfrentaron fue en la Temporada 1991-1992 en duelo de la Recopa de Europa, en el que los Diablos Rojos salieron avantes del duelo.

Este miércoles en uno de los partidos más atractivos de los octavos de final, tanto el United como el Atlético buscarán salir con una ventaja del Estadio Wanda Metropolitano en el encuentro de ida.

Ambos conjuntos llegan a este duelo sufriendo en sus respectivas ligas y peleando por los puestos europeos, por lo que su deseo será mantener con vida en la Champions League y así asegurar, si salen campeones, un lugar en el próximo torneo.

Dos de los personajes importantes en el encuentro serán el entrenador del Atlético de Madrid, Diego Pablo Simeone, quien, al parecer, comienza a perder el rumbo de su equipo, y el delantero del Manchester United, Cristiano Ronaldo, quien tiene mucha historia cada vez que enfrenta a los colchoneros, pues mientras defendió los colores del Real Madrid, fue uno de sus odiados rivales.

El Bicho ha enfrentado en 35 ocasiones con un saldo favorable, sobre todo en victorias y goles; en duelos de Champions League CR7 y el Atleti se han visto las caras en 20 oportunidades.

Si Ralf Rangnick quiere ganar un trofeo en su interinato con Manchester United, sólo será posible si el técnico alemán consigue la cuarta Copa de Europa del club. Ya que quedaron fuera de la FA Cup. Pero se han recuperado en la Premier League, desde el despido de Ole Gunnar Solskjaer, al sumar 25 puntos en 12 partidos para pasar del sexto al cuarto puesto.

Una muestra de la inexperiencia del entrenador de 63 años en las grandes citas es que el duelo contra el Atlético será su primer compromiso en una fase de eliminación directa de la Champions League desde que su Schalke cayó en las semifinales de 2011, por el United de Alex Ferguson.

El Atlético es liderado por el técnico que lleva más tiempo de gestión al frente de un equipo que sigue en carrera en la Champions. Pero Diego Simeone pasa por el momento más turbulento de su gestión, en una campaña de altibajos. El argentino tomó un poco de oxígeno el fin de semana con el triunfo 3-0 sobre Osasuna en la Liga de España. Pero el Atlético había perdido cuatro de seis en todas las competencias antes del sábado.

Otro partido que llama la atención es entre Villarreal y Juventus, pues los de Turín intentan regresar a cuartos de final, después de ser eliminados por el Porto y el Lyon en esta etapa en los últimos dos años por culpa de los goles de visitante, regla que ha sido eliminada a partir de esta edición.

El equipo de Massimiliano Allegri viene de dos empates seguidos en la Serie A y apenas tiene una victoria en sus últimos cuatro partidos del torneo europeo.

Villarreal, en octavos por primera vez en 13 años, llega con Arnaut Danjuma en gran forma después de haberse ausentado casi dos meses a causa de una lesión. En la que fue su tercera aparición con el equipo español, el delantero neerlandés anotó tres goles en la victoria 4-1 ante Granada el fin de semana. Esa victoria extendió a cuatro partidos la racha invicta del Submarino Amarillo en todas las competencias.

Por otra parte, el actual campeón Chelsea enfrenta a un equipo que se ha desplomado. De monarca de Francia la temporada pasada, Lille se encuentra a mitad de tabla, a 23 puntos del líder PSG. Chelsea, en cambio, se recuperó de una mala racha para hilvanar victorias sucesivas, aferrándose al tercer sitio en la Premier.

El entrenador Thomas Tuchel necesita que Romelu Lukaku sea más incisivo. Fuera de sus dos goles de este mes en el título del Mundial de Clubes, el delantero belga no le ha marcado gol a un rival de peso desde diciembre. El sábado sólo tocó ocho veces el balón en la victoria 1-0 sobre Crystal Palace, la menor cantidad de un jugador en la Liga Premier en 90 minutos, desde que Opta lleva el registro desde hace dos décadas. Tuchel atribuyó la falta de fluidez en el juego del equipo a que quedaron “un poco exhaustos” tras el viaje a Abu Dabi.