Corridas de toros en México: ¿una tradición o un suceso violento?

Desde hace 76 años, la Plaza México ha sido testigo de memorables corridas de toros. Por ahí han desfilado lidiadores de la talla de Enrique Ponce, Ignacio Garibay, Sebastián Castella, Eulalio López Zotoluco, Roberto Domínguez e Hilda Tenorio, la primera mujer en tomar la alternativa en la plaza más grande del mundo y una de las voces en contra de la suspensión de este espectáculo en el recinto ubicado en la capital del país por tiempo indefinido, luego de que el pasado 10 de junio un juez federal tomó esta decisión tras un amparo promovido por la asociación civil Justicia Justa.

La originaria de Morelia, Michoacán, catalogó de falsos animalistas a los antitaurinos, además de lamentar que no vean las consecuencias de que la denominada fiesta brava ya no se realice.

“Creo que es algo meramente político de lo que se han agarrado muchos falsos animalistas y están totalmente equivocados. Si la fiesta de los toros se extinguiera, el toro de lidia también, sería toda una especie que se iría al matadero y no la volveríamos a ver jamás. Los verdaderos defensores del toro de lidia son los ganaderos de lidia y la gente del toro, no los falsos animalistas”, aseveró Tenorio Patiño en exclusiva con La Razón.

La torera de 36 años hizo énfasis en que todas las especies forman parte de una cadena alimenticia, por lo que no puede haber vida sin muerte, por lo que criticó a los defensores de los toros de lidia al considerar que son injustos por querer acabar con toda esta raza.

“Para que haya vida tiene que existir forzosamente muerte, hay una cadena alimenticia. Por una ganadería existen 300 cabezas de toro de lidia, la que es brava es la raza entera. No se enteran de que cuando hay una ganadería de 300 cabezas de ganado saca a lo mejor 20 toros por año para que se lidien y maten, y gracias a esas muertes viven 300 animales en completa libertad en el campo. Si ellos están tan preocupados por el toro de lidia, ¿por qué quieren extinguir a toda la raza? Esas vacas tienen aseguradas sus 18 años de vida en el campo sin que nadie las moleste, porque están dedicadas a ser madres y cuidar a sus animales y becerros, pero estos falsos animalistas quieren que las manden al rastro”, subrayó.

Por su parte, José Luis Carranza, presidente de Frecda (Frente Ciudadano Pro Derecho Animal), una de las voces más fuertes contra las corridas de toros, calificó a las mismas como espectáculos de sangre y muerte, al tiempo que aseguró que desde hace cinco años debieron haberse prohibido, haciendo alusión a que el artículo 13 apartado B de la Constitución política de la CDMX establece la obligación jurídica de respetar la vida e integridad de los animales.

“No me explico por qué todavía continúan espectáculos de sangre y muerte como son las corridas de toros y peleas de gallos, pues ya desde el 2017 se tenían que haber prohibido. En 2018, la primera sala de la SCJN resolvió que cualquier espectáculo, aunque tuviera algún aspecto cultural, no puede estar protegido por la constitución política del país si en ese espectáculo se maltrata a los animales”, comentó Carranza en entrevista exclusiva con La Razón.

En el mismo tenor, Carranza resaltó que no se pueden comparar las corridas de toros con los rastros, pues en las primeras indicó que se mata por diversión, mientras que en las segundas es por alimentación.

“La finalidad de los rastros es la alimentación, mientras que la de las corridas de toros es la diversión. Asesinar por diversión es un acto perverso, porque la alimentación es una necesidad, aunque lo ideal sería llegar a erradicar cualquier uso de los animales para beneficio humano”, subrayó.

Hilda Tenorio invitó a toda la gente que está opuesta a las corridas de toros y este tipo de eventos a que hagan un examen de conciencia y se den cuenta de que la existencia del toro de lidia permite que otros animales sean libres.

“El animal existe porque el hombre lo permite, y porque muchos pensamos que tenemos el deber moral de conservar esas especies. Gracias al toro de lidia muchos animales viven en completa libertad y decimos siempre que es el único animal criado por el hombre conforme a su naturaleza salvaje, no se le molesta para nada en la ganadería durante cuatro años hasta que sale a la plaza”, concluyó.