Cárteles, ferias, universidades

El sino del escorpión

Cárteles, ferias, universidades
Cárteles, ferias, universidadesFoto: Cuartoscuro
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Al fondo de su grieta en el muro, el alacrán se devoró el libro de Olga Wornat, Felipe, el oscuro (Planeta, 2020), y comprobó su descriptivo subtítulo: Secretos, intrigas y traiciones del sexenio más sangriento de México. Como se sabe, el libro debió publicarse en 2012, pero lo impidieron las amenazas y la persecución lanzadas contra su autora desde los altos mandos policiacos encabezados por Genaro García Luna. Intimidante ofensiva ante la cual la periodista y escritora argentina se vio obligada a abandonar el país.

El libro aporta piezas definitivas al enorme rompecabezas del crimen organizado en México durante los doce años de las presidencias panistas de Vicente Fox y Felipe Calderón. La conclusión da escalofríos: desde el Cisen, la AFI y luego la Secretaría de Seguridad Pública, Genaro García Luna formó y encabezó uno de los más terribles y violentos cárteles del crimen en México, un cártel policiaco cuyos delitos y abusos son innumerables y lo involucran en los secuestros y asesinatos de Silvia Vargas Escalera, Alejandro Martí y Juan Francisco Sicilia, entre muchos otros crímenes inauditos. Además están las amenazas, extorsiones y torturas de cientos de inocentes y sus familias, quienes terminaron pagando con la vida o la cárcel los crímenes auspiciados o cometidos por los propios policías.

Durante la guerra contra el narco, desatada sin conciencia ni conocimiento por Calderón, este cártel incorporó a fuerzas militares y extendió sus montajes, crímenes y horrores, siempre apoyado por el Oscuro. El libro es una dolida pasarela de las calamidades acaecidas al país en ese sexenio, insiste el escorpión, y lamenta la ceguera de tantos ante la obviedad del mal.

Es una dolida pasarela de las calamidades acaecidas al país
en ese sexenio

En otro orden de ideas (como dicen en el alicaído CIDE), el venenoso observa la discusión sobre la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, tras la cancelación presencial de la Feria del Libro Infantil y Juvenil y la incertidumbre que pesa sobre la Feria del Zócalo. Raúl Padilla, dueño del show libresco tapatío, insiste en su realización presencial con sana distancia, mientras a otros les parece hipócrita celebrarla con la industria editorial en crisis, las librerías por los suelos y los autores confinados escribiendo la enésima crónica de la pandemia. Ante todo, la llamada comunidad cultural se pregunta cómo asistirá con sana distancia a los festines, convites y reventones de madrugadas enteras, característicos del espíritu culto, editorial y etílico de la FIL.

En el mismo orden de ideas, el arácnido pregunta: tras la aprehensión de Gerardo Sosa Castelán, cabeza del grupo conocido como la sosa nostra, dueño efectivo de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, ¿qué otros capos de las universidades públicas remojan sus barbas?