El color verde

El color verde
El color verdeIlustración: pixabay.com
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Uno nunca sabe a quién va a tener a un lado en el tren o el avión. Me ausenté una semana de Ucrania y viajé a Inglaterra para recabar fondos en favor de los refugiados. Al ir en tren desde el aeropuerto de Londres me llamó la atención la mujer eslava que se sentó junto a mí. Cuando el tren empezó a moverse, saqué mi computadora y empecé a redactar un artículo. Escribía en ruso y noté que la mujer estaba viendo mi pantalla, leyendo el cirílico. De inmediato me preguntó de dónde era.

Le dije que soy de Ucrania. Resultó que ella era de Rusia, específicamente de Moscú, pero vivía en Londres desde hacía tiempo y no tenía planes de regresar.

—¿Sabe usted cómo ha estado apoyando Rusia a Ucrania durante estos días? —me preguntó de manera un tanto solemne.

—¿Cómo? —pregunté, tratando de sonar genuinamente interesado. No creo en ningún tipo de apoyo ruso.

—¡Los activistas han cubierto Rusia de listones verdes! —dijo.

—¿Verdes? —me sorprendió—. ¿Qué significa?

—Significa que Rusia apoya a Ucrania —exclamó, en evidente espera de que me emocionara.

Intrigado, trataba de imaginar qué tenían que ver con mi país los listones verdes. Se me ocurrieron varias posibilidades. ¿Sería una señal de respeto hacia el presidente Zelenski? En Ucrania, ese apellido se relaciona con la palabra que designa el color verde. También es verde el color del partido Siervo del Pueblo, de Zelenski.

En la Rusia de hoy nadie quiere perder su nivel de vida ni poner en riesgo su estabilidad, pero a algunos les da vergüenza permanecer callados cuando, en nombre de ellos, se comenten crímenes en Ucrania

Sin esperar a que yo manifestara mi entusiasmo ante este movimiento verde, la mujer explicó:

—Si se combinan los colores de la bandera de Ucrania, es decir, si se mezcla el amarillo con el azul, se obtiene el color verde.

—¿Por qué mezclar los colores? —pregunté—. ¿No sería mejor colgar listones azules y amarillos?

—¡No! ¡Eso no funcionaría! ¡Arrestarían a todos! —explicó.

—¿Es una especie de protesta secreta? —pregunté—. ¡Nadie la va a entender! La gente asumirá que tiene que ver con algún asunto relativo a la protección ambiental.

—No, nosotros lo explicamos —respondió de inmediato—. Lo posteamos en Facebook.

—¡Pero en Rusia no hay acceso a Facebook, ni a Twitter, ni a Instagram, ni a YouTube!

—Lo posteamos aquí, en Facebook.

—¿En Inglaterra?

—¡Sí!

—¡Pero los listones están colgados en Rusia!

Al llegar a la estación de la calle Liverpool, en Londres, y mientras transbordaba, seguí pensando sobre las secretas protestas rusas contra la guerra en Ucrania. Y me vino una idea fabulosa. Me di cuenta de que en estos días Rusia está más intimidada por los poderes fácticos rusos que los soviéticos durante los años de la Unión Soviética, en los que yo crecí.

Hoy los rusos que están contra el régimen se van del país. Antes muy pocos podían salir de la URSS, pero existía todo tipo de movimientos underground, que respiraban por debajo de la sociedad. Aunque era muy peligroso que lo asociaran a uno con alguno de estos grupos, mucha gente se sumaba a ellos. Se reunían en las cocinas, copiaban textos, escuchaban estaciones de radio clandestinas, así como música y poesía antisoviéticas y desde luego escribían literatura no-aprobada.

Era algo osado, pero me pregunto si esa gente sintió que tenía alguna otra opción en lugar de unirse a los movimientos informales. Fue la manera de conservar su humanidad o, al menos, su cordura. En la Rusia de hoy, la libertad de expresión está al final de las prioridades de la gente. Nadie quiere perder su nivel de vida ni poner en riesgo su estabilidad, pero a algunos les da vergüenza permanecer callados cuando, en nombre de ellos, se comenten crímenes en Ucrania.

Quizá para apaciguar sus conciencias buscan protestar contra el régimen de Putin, sin embargo lo hacen de esa manera tan secreta para que el régimen no se entere de las quejas y no los obligue a pagar altas multas o los castigue de otra forma. Listones Verdes Contra la Guerra de Ucrania es de esos movimientos secretos que permite sentir a quienes protestan que tuvieron el valor de hacerlo y dormir tranquilamente por la noche, mientras los bombarderos rusos arrasan pueblos y villas ucranianos.

Fuente: Kiyv Post, 4 de abril, 2022