Batman vs Superman, acapara las salas de cine del pais

Batman vs Superman, acapara las salas de cine del pais
Por:
  • jesus_chavarria

Luego de forzar un malogrado cierre de la trilogía de Christopher Nolan, quien nos entregó la que quizás sea la mejor película de superhéroes, Batman el Caballero de la Noche, y de que la taquillera Superman Man of Steel inaugurara la nueva era de películas sobre personajes de DC Comics, dejando atrás a Superman Returns —que ha visto como la editorial rival, Marvel, le come el mandado en el cine— llega la que representa uno de los grandes eventos fílmicos del cómic.

Más allá de los aciertos que pudiera tener Batman vs Superman, el filme recrea el encuentro entre los superhéroes más representativos de la historia, y poseedores de una innegable naturaleza cinematográfica. Es por esta razón, por la parafernalia incluida y la colosal campaña publicitaria que le acompaña, que podemos estar seguros que la taquilla de esta superproducción responderá y con creces. Al menos en eso estará a la altura, lástima que por lo demás no podamos decir lo mismo.

La trama retoma la devastación provocada por la última gran batalla del kryptoniano en Metrópolis, acontecimiento que se desprende de Superman Man of Steel

—criticada por contradecir el discurso central de la película— en la cual resulta que estaba de visita Bruce Wayne, quien vio cómo sus empleados y el edificio de su empresa eran despedazados, y decide buscar la forma de detenerlo.

El gobierno de Estados Unidos también toma cartas en el asunto, así como Lex Luthor —el villano en turno— quien hará su parte con truculentas maquinaciones, creando una destructiva criatura que sirve de pretexto para la aparición de Wonder Woman, y muy breves cameos de otros personajes como Cyborg, Aquaman y Flash.

Hasta aquí todo pinta de maravilla, la premisa es atractiva e ideal para la acción. Por desgracia el director Zack Snyder vuelve a mostrar una incapacidad para mantener la estructura del guión y el desarrollo de las relaciones de los personajes, traicionando a las primeras de cambio, sus propias reglas. Al apostar a una pretenciosa seriedad, envolvente y hasta interesante, es la forma en que se sostiene la historia durante la primera mitad, pero en cuanto llega el momento de detonar los planteamientos, comienzan los descuidos y las incongruencias.

El conflicto que todo el tiempo se presume complejo, termina por resolverse con una simple coincidencia de nombres, provocando que de un segundo a otro, los que eran rivales, ahora sean casi hermanos. Luego inexplicablemente, Batman (Ben Affleck) va a resolver la situación con la que estaban coaccionando a Superman (Henry Cavill), cuando éste —según las capacidades que antes nos había mostrado— podría haberlo resuelto en cuestión de segundos. Y esto se repite una y otra vez, uno arreglando lo del otro, cuando la lógica de la película indica lo contrario, y todo con el afán de dotarle de un artificioso dramatismo.

Por otro lado, el hombre más rápido del mundo —al menos hasta que aparezca Flash en este universo fílmico—, parece el más lento mentalmente hablando, pues cada vez que se encuentra con Lex Luthor —de los pocos personajes que está bien delineado—, no sólo lo deja contar sus planes como clásico “villano reventón”, sino además le da todo el tiempo del mundo para dar órdenes y liberar monstruos bajo sus narices.

Son precisamente éstos y otros convencionalismos —que en la mayoría de las películas de superhéroes ya se habían dejado atrás— los que terminan por dar al traste con todo el asunto.

Mención aparte merece Wonder Woman, cuya presentación y participación en la batalla, sí encuentra el tono épico requerido, ese mismo del que carece la pelea entre los otros dos superhéroes, al grado que al terminar de ver Batman vs Superman: El Origen de la Justicia, lo que uno sale deseando es ver la película de la amazona, que al no estar en manos de Snyder, tiene muy buenas posibilidades.

Ésta es una de esas producciones que se puede disfrutar si lo único que se busca son efectos especiales hasta el hartazgo, y si se es muy, pero muy poco exigente en cuanto a la trama, misma que no falla por su falta de profundidad —es obvio que no la tiene y está bien, pues se trata de un vehículo de entretenimiento— sino por su inconsistencia en el sentido más básico.

Y por si se lo preguntaban, el tan criticado Ben Affleck como Batman, es el menor de los problemas de esta película que aún así, será un trancazo de taquilla.

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