Bichir es pederasta en la cinta Flor de fango

Bichir es pederasta en la cinta Flor de fango
Por:
  • larazon

Foto Especial

Con 15 copias se estrena hoy la cinta mexicana Flor de Fango, ópera prima del realizador Guillermo González Montes, egresado del CUEC. Protagonizada por Odiseo Bichir, Claudia Ramírez, Ernesto Gómez Cruz y la joven Claudia Zepeda, la cinta ha sido catalogada por algunos críticos, en su exhibición en festivales, como una Lolita mexicana, pero este filme va más allá de la propuesta original de Navokov.

“Primero porque yo no había leído la novela, hasta después de que terminé la película, pero me dijeron muchas veces eso de Lolita. Segundo porque (James) Mason tiene una personalidad diferente a la de Odiseo. La historia es muy diferente. En todo caso, mi referente fílmico sería Taxi driver, que en esa época Jodie Foster tenía la misma edad que Claudia y despertaba esa ternura y sensualidad igual que nuestra protagonista”, comentó a La Razón Guillermo González Montes.

Es la historia de Augusto, un profesor de bioquímica de la UNAM, cuya esposa (Claudia Ramírez), quien también trabaja en la máxima casa de estudios, se hace cargo de una pariente lejana que ha quedado huérfana. Es Claudia, una adolescente de 13 años que al darse cuenta del atractivo que despierta en su “tío” explota la situación a su favor, provocando un caos emocional en el protagonista.

Este hombre obsesionado que deja todo por una joven que opta por dedicarse a la prostitución, pretende “salvarla”, cueste lo que cueste. “Nunca quise ser controvertido; hice una película que trata estas situaciones cotidianas, como el hombre de 40 que deja a su mujer de años por una chica menor, o la mujer que abandona a los hijos por seguir a un hombre. Me parece una doble moral, ya que la autoridad y muchos no hacen nada de todo esto que sucede en la vida real, como el caso de las niñas que son llevadas a la frontera a prostituirse”, apuntó el director.

Por otro lado, Odiseo Bichir explicó que su personaje “libra una lucha entre la estructura a la que está acostumbrado como profesor de bioquímica y los arrebatos, los impulsos desencadenados por su obsesión de estar más y más cerca de Marlene. Pero el trabajo de Guillermo al dirigirme es espléndido al lograr medir todo esto, para que no se viera a un hombre felino y ágil, sino sólo un hombre obsesionado y fuera de sí”.