En los 90, un profundo retrato generacional

En los 90, un profundo retrato generacional
Por:
  • jesus_chavarria

Ser un adolescente de los noventas, en la mayoría de los casos implicó deambular entre el desencanto, el enojo y la frustración, haciendo de las calles el último de los refugios y el territorio a conquistar para poder ser quien se quería ser, al margen de las expectativas e ilusiones generadas por los padres, que quizás nunca pesaron tanto como en esta ocasión, precisamente por tratarse de eso, ilusiones. Es el cúmulo de sentimientos generados por esta circunstancia, los que Jonah Hill -The Wolf of Wall Street (2013), War Dogs (2016)- en su debut como escritor y director, entiende para entregar un retrato de manufactura casi artesanal y evocadoras pretensiones, en donde la mustia cotidianidad se devela como la gran amenaza para la búsqueda de una libertad de inevitable sabor agridulce. Y es que De los 90 va más allá de la historia de Stivie, quien a los 12 años escapa de la realidad familiar para unirse a un grupo de chicos apenas unos cuantos años más grandes y descubrir el universo de los skaters; se trata de una oda a la que quizás fue la última generación que revolucionó su contexto de manera contundente y en el sentido más tradicional, lejos de las redes sociales, subidos en sus tablas, con el sol sobre sus miradas y aún con el mundo análogo a sus espaldas.

Los diálogos irreverentes en secuencias cuidadas pero carentes de adornos, cuál si hicieran honor a las composiciones de Nirvana, que junto con otras bandas representativas sirven para hacer eco de las emociones que implosionan en la pantalla, se van convirtiendo en un conmovedor testimonio de jóvenes no solo conscientes de ser incomprendidos, sino eternamente tristes y enojados por ello. La naturalidad de los actores - Sunny Suljic, Gio Galicia, Na-kel Smith- que además son llevados con una pasmosa claridad sobre líneas dramáticas de gran elocuencia emocional, son pieza fundamental para conseguir una conexión orgánica e irresistible con el espectador que no puede sino identificarse con la ingenuidad que se esconde detrás de todo el relato.

Dada su naturaleza urbana y el tema que salpica la trama, es imposible no relacionarla con otras producciones como Paraniod Park (2007) y Lord of Dogtwon (2005), pero la diferencia está en que aquí la reflexión sobre la culpa no es parte del eje principal cómo en la primera, y tampoco está esa sensación de qué algo extraordinario habrá de suceder cómo en la segunda, solo son adolescentes, como muchos otros que vivieron en los 90s, y eso es más que suficiente para que a pesar de caer en varios tópicos, darle el protagonismo a los sentimientos, encontrar la profundidad de la nostalgia y alcanzar una conclusión en el momento justo, cuando con unas cuantas imágenes se da respuesta a todo.

http://www.youtube.com/watch?v=w9Rx6-GaSIE