Yo Fausto, un filme que desmitifica la esquizofrenia

El filme Yo Fausto, del director Julio Berthely, desmitifica la esquizofrenia, basándose en la leyenda clásica de Fausto, pero desde una perspectiva contemporánea, al mostrar qué pasa en la mente de una persona que padece la enfermedad: sus miedos, la negación del padecimiento y los pensamientos que tiene.

“Quería mostrar la parte oscura o la otra cara del núcleo familiar, donde no todo es color de rosa; entonces, decidí agregar la anécdota fáustica, me interesó hacer un Fausto contemporáneo, es cuando decidí que el personaje tuviera esquizofrenia”, explicó a La Razón Julio Berthely.

Yo Fausto, que tiene su premier mexicana hoy en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, cuenta la historia de Fausto (Christian Vázquez), un joven que sueña con ser un reconocido fotógrafo, pero cuyo padre (Bael, Carlos Aragón) prefiere que sea médico. Cuando abandona la carrera y va en busca de su anhelo mantiene una relación con una modelo llamada Carmen (Amparo Barcia), la cual desembocará en un embarazo que lo hará retornar a la casa de su papá, donde vivirá una crisis.

De esta manera, Berthely aborda desde otra perspectiva, una enfermedad mental que hasta ahora sigue siendo tabú. Para conocer sobre el padecimiento acudió al hospital Fray Bernardino, donde platicó con psiquiatras expertos en el tema y también tuvo encuentros con personas que viven con esquizofrenia.

“Me abrió un mundo que desconocía y ahí dije, esto es algo de lo que se tiene que hablar, hice conciencia de que es un tabú muy grande. Estamos acostumbrados a ser reacios a tocar temas de salud mental, a darle la vuelta o incluso ni siquiera tomarlos en cuenta. Hay mucha gente afuera que padece alguna enfermedad mental y que ni siquiera lo sabe”, señaló Berthely.

En este largometraje, el realizador también quiso poner sobre la mesa qué ocurre cuando un ser humano ve truncados sus sueños.

“Propongo qué pasa cuando a los humanos se nos arrebata esta posibilidad de seguir nuestros sueños. Muestro a un ser que pierde el control a partir de eso, pierde el valor a la vida. Estoy jugando con una estructura como tragedia griega, planteo a un personaje que está destinado a ello, en la película es una espiral hacia el averno”, resaltó.

En Yo Fausto, cinta seleccionada en el Festival Internacional de Cine de Raindance en Londres, la música juega un papel fundamental, ya que está presente en las escenas en que el espectador se “introduce” en la mente de este joven.

“Cuando escribí el guion ya estaba pensando en la música, cosa que es rara, normalmente ésta entra en un proceso más adelante. Desde el guion me senté con el compositor Franco Medina-Mora. Tenía claro que quería utilizar dos piezas, y a partir de ahí, que la música original se compusiera en ese mismo tono.

“Una de las obras que se vuelve un poco temática es la Obertura Fausto, de Wagner; la otra, es esta aria de la ópera Rinaldo, de Händel, Lascia ch’io piang”, detalló el cineasta.