Estreno de Netflix

"Fragmentos de una mujer": una película nihilista que reflexiona la culpa

La película es un potente drama que evita cualquier exceso melodramático; el desempeño de los actores, especialmente Vanessa Kirby y Ellen Burstyn, de mucho de que hablar

Fotograma de "Fragmentos de una mujer"
Fotograma de "Fragmentos de una mujer"Especial
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El poderoso preludio de “Fragmentos de una mujer”, el cual que conjuga el desarrollo emocional de la actriz con el invasivo transitar de la cámara de un plano secuencia, luciendo una impresionante y casi alevosa precisión para despojar de cualquier sentido idílico al acto de alumbramiento, y al mismo tiempo acentuar su más profunda noción de humanidad para aludir desde una perspectiva poco usual a su significado, impacto y trascendencia; de forma casi inevitable deja la vara muy alta para lo que habrá de venir después.

El recorrido por los escombros al interior de una mujer que ha experimentado lo que representa poner todo su ser en juego para empujar la nueva vida, por momentos llega a ser un tanto errático dentro de una estructura sostenida sobre dos metáforas que, en contraste, no tienen la misma fuerza y llegan a bordear la obviedad, un puente en construcción y las manzanas que se hacen presentes en distintas ocasiones.

Sin embargo, tal falta de correspondencia en el nivel de solidez del desarrollo no le resta interés a un relato que encuentra en la implosión y el distanciamiento, la vía directa para proyectar el espíritu nihilista de la desoladora reflexión acerca de la falta de honestidad con las verdaderas razones propicias y relegar culpas, resultado de hurgar sin reparos en el accionar de cada uno de los personajes involucrados de forma directa o indirecta con la maternidad, y que a primera instancia parecieran ser la cumbre del egoísmo y la mezquindad en sus diferentes manifestaciones.

Incluso el autodescubrimiento final, que empuja a una agridulce redención, logra sobreponerse a la misma circunstancia y la innecesaria extension de algunas escenas, para ofrecer una conmovedora conclusión.

Por otro lado, es del desempeño de los actores de lo que mucho se debe hablar y con razón. Por supuesto empezando por Vanessa Kirby —“Rápidos y furiosos: Hobbs & Shaw” (2019)—, cuya presentación aquí es en pleno estado de gracia, hilvanando con sumo cuidado una interpretación que a pesar del ímpetu devastador nunca se desborda.

Claro que Ellen Burstyn —“Requiem for a Dream” (2000)— no se queda atrás y, aludiendo a todo el oficio del mundo que lleva sobre sus espaldas, le basta con una mirada y un gesto para conectar de inmediato con el espectador y enfrentarle con diálogos que van de lo despiadado a lo enternecedor.

“Fragmentos de una mujer”, dirigida por Kornél Mundruczó, quien ya había sorprendido a través de la nada condescendiente “Hagen y yo” (2014), es drama que evita cualquier exceso melodramático, llega como uno de los primeros estrenos del año de Netflix y es una de las indispensables de este naciente 2021