En Durango, a debate castración por vía química

En Durango, a debate castración por vía química
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La Comisión de Justicia del Congreso de Durango retomó el debate respecto a la aplicación de la castración química para violadores y pederastas “ante una problemática que cada vez va en aumento”, según advirtió el diputado panista José Antonio Ochoa Rodríguez, presidente de esa instancia en el Legislativo local.

Y es que de acuerdo a cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), hay un incremento de 48.7 por ciento en los casos de violación, al pasar de 164 en los primeros 11 meses de 2018 a 244 en el mismo periodo, pero de 2019.

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Ochoa Rodríguez argumentó que llevar a discusión la iniciativa, que en 2018 ya había presentado el PAN en ese órgano legislativo, sin que prosperara, es con el objetivo de resguardar los derechos de los menores de edad ya que la comisión de un delito “los marca de por vida”.

“Hay que entender que es gente que está enferma o que en muchos de los casos sufrieron una violación de jóvenes y tienen un problema en la psique que tenemos que atender como sociedad”

José Antonio Ochoa Rodríguez

Presidente de la Comisión de Justicia del Congreso estatal

De aprobarse la iniciativa, explicó que el procedimiento consiste en una inyección con la que se disminuye la libido de las personas; la dosis se aplicaría mensualmente y la pagaría quien cometa el delito. La iniciativa, que está en comisión en espera de pasar a su análisis en el pleno, plantea también que el sentenciado por este delito se someta a terapia psicológica.

“Hay que entender que es gente que está enferma o que en muchos de los casos sufrieron una violación de jóvenes y tienen un problema en la psique que tenemos que atender”, opinó Ochoa Rodríguez.

El debate en torno a la reforma al Código Penal resurgió tras el registro del caso Carol, en el que una menor de 5 años de edad fue violada y asesinada en Gómez Palacio, presuntamente por su padrastro, al parecer con el consentimiento de la madre.

La castración química es un método que en México se ha propuesto en varios Congresos locales, entre ellos los de la Ciudad de México, el Estado de México, Jalisco y Zacatecas.