Peña de Bernal, un recorrido por el tercer monolito más grande del mundo

Peña de Bernal es el tercer monolito más grande del mundo, después del Peñón de Gibraltar (Mediterráneo) y el Pan de Azúcar (Río de Janeiro), por lo que es uno de los principales atractivos del estado de Querétaro. Posee una belleza natural y es un sitio ideal para escaparse un fin de semana, en cualquier mes del año, como en este noviembre, pues también se puede disfrutar de una exquisita gastronomía, de artesanías y lugares para relajarse.

Ubicado en el Pueblo Mágico de Bernal, a dos horas y media de la Ciudad de México, es un lugar tranquilo en el que los amantes de la fotografía capturan sus mejores imágenes —por eso lo recomendable es subir a Peña de Bernal a las seis de la mañana para admirar el amanecer— y es ideal para practicar trekking o rapel, ya que se encuentra a dos mil 50 metros de altura.

Peña de Bernal es un sitio con una extraordinaria historia, ya que era la puerta de entrada a la Gran Chichimeca.

Es un símbolo cósmico: entre los años 200 y 1700 los otomí-chichimecas tenían la creencia de que el monolito les permitía estar más cerca de sus dioses por lo que ahí era habitual que hicieran sus ceremonias.

Cerca de Peña de Bernal está la zona protegida Chichidó, donde los turistas pueden dejarse enamorar por las hermosas pinturas rupestres, manantiales y una cueva donde el eco se repite siete veces. Además de ver una diversidad de aves que ahí habitan.

Es un destino en el que los amantes del vino podrán deleitarse con esta bebida en algunos de los viñedos cercanos, que forman parte de la Ruta del Vino.

Bernal es por esto un sitio de encanto y si en tus planes está visitarlo a continuación te recomendamos las cosas que puedes hacer durante tu estancia.