Al asegurar que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ha maximizado los derechos políticos de las mujeres, así como la libertad de expresión, el magistrado Felipe de la Mata Pizaña afirmó que el fuero legislativo no es escudo de protección cuando los dichos de un diputado o senador pudieran constituir violencia política en razón de género.
Durante la impartición de la conferencia magistral “Libertad de expresión y violencia política de género contra las mujeres en el debate político”, De la Mata Pizaña describió algunos casos de “estereotipo machista de género” por comentarios contra mujeres.
Recordó el caso de Martha Érika Alonso, esposa del exgobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle —ambos fallecidos en un accidente aéreo—, cuando buscó la candidatura por el Partido Acción Nacional (PAN) para sucederlo en el cargo.

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“En 2018 se vio reflejado otro caso, con otra candidata, que fue justamente en el cual en esta candidatura, por cierto, en el mismo estado de Puebla, donde, les voy a leer el spot que en una parte se decía: ‘la esposa del exgobernador la pusieron o regalaron el cargo solo para que el esposo, el exgobernador se reeligiera y siguiera al mando’.
“Era evidentemente un mensaje en el cual, no solo se denostaba si no se desempoderaba a una mujer para el ejercicio posible de un cargo. Y en este caso, la Sala Superior determinó que había violencia de género y bajó el spot correspondiente”, explicó.
El magistrado Felipe de la Mata hizo referencia al criterio o jurisprudencia de la Sala Superior del TEPJF denominado “manto jurídico protector del periodista”, para garantizar el ejercicio de la libertad de expresión y de prensa de quienes ejercen este oficio ante los señalamientos de candidatos o partidos políticos.
En las instalaciones del Tribunal Electoral del Estado de Oaxaca (TEEO), la magistrada electa de la Sala Regional Xalapa, Roselia Bustillo, habló sobre la libertad de expresión y la violencia política de género, y alertó que la violencia política se hizo más presente cuando se dio una mayor apertura a la mujer en la política.
Precisó que las mujeres que actúan en la vida pública y en la política están más abiertas al escrutinio público y las críticas deben analizarse en el contexto y a la luz de las normas, protocolos y las jurisprudencias de la autoridad jurisdiccional para determinar si hubo o no violencia política en razón de género.
Sin embargo, opinó que no se debe trivializar ni banalizar la violencia política de género, al pensar que “todo lo que nos dicen a las mujeres es violencia política de género, es pensar que nosotras nos estamos minimizando en la política. Entonces, creo que también es importante nosotros dar la importancia a la violencia política de género cuando realmente lo es”.
Agregó que “el fenómeno de la violencia política de género es discriminación y debe ser rechazada desde primera instancia, sin embargo, hay que considerar que también no puede ser trivializada y considerar que hay límites a la violencia política de género que puede ser la libertad de expresión y el marco jurídico protector a partir de cada contexto”.
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