Choque en planta Cruz Azul deja 8 muertos

Durante la madrugada de ayer se registró un enfrentamiento entre dos grupos de cooperativistas de la cementera Cruz Azul en la planta de Tula, Hidalgo, con saldo de ocho muertos, 12 heridos y nueve detenidos.

El gobernador de la entidad, Omar Fayad Meneses, confirmó las cifras y condenó de manera enérgica los hechos, ocurridos entre las 4:00 y las 4:45 de la mañana del miércoles.

“Condeno enérgicamente los violentos enfrentamientos ocurridos en la Cooperativa Cruz Azul en Tula, que hasta el momento han dejado un saldo de ocho muertos, 11 (en ese momento) heridos y nueve detenidos”, escribió el mandatario estatal en sus redes sociales.

Agregó que dio instrucciones a la Secretaría de Gobierno de Hidalgo, para que en coordinación con la Procuraduría General de Justicia del estado, “además de investigar estos hechos, se puedan impulsar mesas de diálogo entre las partes y evitar que se repitan hechos tan lamentables como éste”.

Por la tarde, el procurador de Justicia de Hidalgo, Alejandro Habib, precisó que fueron 12 los lesionados, seis de ellos con arma de fuego y seis a golpes.

El funcionario señaló que tras revisar el lugar fueron recolectados dos casquillos de calibres diferentes, se encontró una escopeta, cinco vehículos y tres motocicletas calcinados.

Alejandro Habib informó que tras lo ocurrido en la planta, ubicada dentro de un complejo conocido como Ciudad Cooperativa Cruz Azul, se detectaron afectaciones en el cableado de los tableros de control del área industrial.

El conflicto de esta madrugada inició cuando llegaron a la ciudad de Tula varios autobuses presuntamente provenientes de la Ciudad de México y del Estado de México, y se dirigieron hacia la planta cementera.

Según reportes de medios locales, cuando pobladores del lugar, que hacen guardia dentro de la planta, se percataron de que se acercaban los camiones encendieron las alarmas de la planta y lanzaron cohetones para llamar a defender el inmueble, que intentaba ser tomado por los hombres que bajan de los automotores.

Por varios minutos mantuvieron encendidas las alarmas, con sonido de sirena, por lo que los trabajadores comenzaron a congregarse en los accesos de las entradas uno y tres de la cementera, con palos y otros objetos.

El ruido de los cohetones hizo que llegaran al lugar más pobladores de las cercanías, por lo que cuando los tripulantes de los camiones se empezaron a acercar ya había en las entradas de las plantas una multitud. De pronto se apagaron las luces de la planta y la gente que estaba lista para defenderla se alumbró parcialmente sólo con linternas.

Tras una espera de aproxinadamente media hora los hombres que venían en los camiones avanzaron y entonces se escucharon varias detonaciones de arma de fuego, lo que generó un caos.

En medio de la confusión y de la oscuridad, ambos grupos intercambiaron golpes y los que defendían la planta atraparon a uno de los visitantes, a quien golpearon y amarraron de un poste.

El caos seguía. Desde las puertas de acceso, varias personas empezaron a pedir que una doctora viniera, a la par de que se escuchaban voces de mujeres gritando “asesinos” una y otra vez, además de: “Sáquense de aquí”.

Los disparos por arma de fuego continuaron escuchándose en la puerta tres, mientras que alguien gritaba que había caído muerto el hijo de uno de los socios de la cooperativa.

Durante el enfrentamiento, alguien, de quien se desconoce su identidad, le prendió fuego a varios vehículos. Además, se rompieron ventanas, lámparas, puertas de vidrio, se tiraron sillas y mesas del área de facturación de la planta.

Al amanecer, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo, paramédicos y personal de Protección Civil arribaron a la cementera para resguardar el lugar, atender a las personas heridas y trasladar a los muertos al Servicio Médico Forense (Semefo).

De acuerdo con Jorge Hernández, quien dijo ser vocero del “consejo legal” de la cementera, alrededor de 500 personas acudieron a la planta de Tula en camiones de ruta para intentar tomar las instalaciones, con palos, armas y objetos punzocortantes.

Hernández aseveró que debido a la trifulca se dejaron de producir cerca de 300 toneladas de cemento por hora.

Destacó que la planta de Tula es la que más produce dentro de la cooperativa, pues en este sitio se genera cemento blanco, gris, mortero, pegazulejo y sacos para embolsar.

Cooperativa Cruz Azul desaprueba violencia

Los socios de la Cooperativa Cruz Azul lamentaron y condenaron enérgicamente los hechos de violencia llevados a cabo esta madrugada en la planta productora de cemento ubicada en el municipio de Tula de Allende, estado de Hidalgo.

“Los socios de esta Cooperativa y quienes encabezamos de forma legal y legítima los actuales Consejos de Administración y Vigilancia, lamentamos profundamente al tiempo que condenamos enérgicamente los hechos de violencia acaecidos la madrugada de este día (miércoles) en nuestra planta productora de cemento, ubicada en el municipio de Tula de Allende, estado de Hidalgo”, señalaron en un comunicado.

A este respecto, agregaron, es imperativo aclarar que, en todo momento, nuestras acciones en contra de Federico Sarabia y quienes hasta el día de hoy mantienen retenida ilegalmente la planta, se han llevado a cabo por la vía legal, privilegiando los canales institucionales, la certeza jurídica, pero sobre todo, la integridad física de sus ocupantes.

Por el contrario, acusaron, este grupo disidente, además de ostentarse como presidentes de los Consejos de Administración y de Vigilancia, le han permitido el acceso a grupos de vándalos ajenos a las instalaciones, agrediendo y poniendo en riesgo a la comunidad, insistieron.

Apuntaron que de parte de quienes integran de manera legal y legítima a esta Cooperativa, en ningún momento se ha considerado la violencia como una opción para restituir nuestro patrimonio y toda acción emprendida en el pasado, se ha llevado a cabo con el apoyo de nuestras autoridades.

“En la cooperativa Cruz Azul, tenemos la firme convicción en nuestras instituciones y consideramos que la violencia sólo engendra más violencia. La ilegalidad siempre será la principal fuente para la inestabilidad social, la falta de certeza y todo tipo de hechos reprobables como los sucedidos la madrugada de este día.

“A raíz de lo anterior, los socios y trabajadores de esta Cooperativa solicitamos la oportuna intervención de nuestras autoridades para investigar, deslindar responsabilidades y sancionar a los responsables de tan lamentables sucesos, así como para dar fin a la ilegalidad que persiste en la Planta de Tula y traer orden y justicia a nuestras comunidades. En Cruz Azul decimos un no rotundo a la violencia, la anarquía y la ilegalidad”, señalaron.