Estado se disculpa por tortura en Guerra Sucia

El Estado mexicano ofreció una disculpa pública a Martha Alicia Camacho, integrante de la Liga Comunista 23 de septiembre, quien fue desaparecida y torturada en 1977, junto a su esposo, en instalaciones militares durante la Guerra Sucia;  es el primer acto de este tipo que realiza el Gobierno con víctimas del periodo conocido también como Terrorismo de Estado.

Así, el Estado reconoció su responsabilidad en la grave violación a derechos humanos en tiempos “oscuros”, en los que se tomaba como enemigos a los disidentes políticos o por cualquier discrepancia.

Camacho Loaiza fue detenida en Sinaloa en 1977 por soldados, policías estatales y elementos de la extinta Dirección Federal de Seguridad; fue torturada por 49 días, obligada a dar a luz en condiciones inhumanas y a ver la ejecución de su esposo, Juan Manuel Alapizco Lizárraga.

“A nombre del Estado mexicano les ofrezco una disculpa por la transgresión a sus derechos en el marco de las violaciones graves, generalizadas y sistemáticas ocurridas en un contexto de violencia política del pasado, por el que usted, señora Martha Camacho fue detenida arbitrariamente, torturada y desaparecida”, expresó la titular de la Secretaría de Gobernación (Segob), Olga Sánchez Cordero.

En tanto, el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas, detalló que este acto es de enorme trascendencia para la historia del país; dijo que los años 60 y 70 fueron una “época oscura” , ya que imperaba un Estado autoritario contra cualquier crítica por medio de la tortura, desaparición forzada o actos que violentaban los derechos humanos de las personas.

Luego de escuchar a los funcionarios, Martha Camacho calificó el hecho como un principio, pero reconoció que aún falta mucho por hacer, pues existen miles de familias en situación similar en el país.

El Dato: A la ceremonia en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco acudieron como testigos el director del Centro Prodh, Santiago Aguirre, y una representación del Gobierno de Sinaloa.

“Que esto no sólo quede como disculpa. Para mí es importante, porque reconocen lo que viví y su responsabilidad. No me cortaron las alas, quedé de pie”, aseveró.

Además, lamentó que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) no participara en la ceremonia, pues “hubiera sido una excelente oportunidad” para reconocer las atrocidades cometidas en el pasado, contra ella y su esposo.

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