Van 547 niños muertos por Covid

“Le dije a mi hijo Uri: ‘te quiero’; no volví a verlo”

El menor, de 16 años, se contagió luego de que su tía regresó de viaje; Azucena, de 4, tras acudir a una fiesta infantil; madre de la pequeña señala: “su muerte me dejó sin corazón”.

Un paciente con síntomas COVID-19 es ingresado al Hospital Centro Médico Nacional Siglo XXI.
Un paciente con síntomas COVID-19 es ingresado al Hospital Centro Médico Nacional Siglo XXI.Foto: Cuartoscuro
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Uriel era un adolecente amoroso, “me abrazaba cada que podía”, amante de la música, y un guerrero, así describe Crystal Rivera a su hijo, uno de los 547 menores de edad que han fallecido víctimas del Covid-19 hasta el 2 de marzo de 2021.

Nació en 2005 con debilidad visual, lo que no le impidió estudiar hasta la secundaria. En 2017, a los 12 años, contrajo un problema renal que lo llevó a ser dializado. Siguió peleando por su vida y en 2019 su mamá le donó un riñón que su cuerpo aceptó, parecía que nada lo detendría.

“Él ya había terminado la secundaria, después de que le di el riñón fue a una institución de ayuda a débiles visuales, aprendió braille, a andar en la calle en bastón, tomaba cursos para hacer su examen Comipems, aprendió a usar los comandos de la computadora sin ver, estaba súper contento; era capaz de irse solito a sus clases. Estaba emocionadísimo, tenía planes de estudiar la licenciatura en derecho, su mundo había cambiado para mejor, estaba muy feliz de que se pudo independizar de mí”, contó a La Razón.

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.Gráfico: La Razón de México
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.Gráfico: La Razón de México

Para mayo de 2021, a sus 16 años, Uriel se contagió de coronavirus; en el Hospital Infantil de México “Federico Gómez”, libró su última batalla.

“Era paciente inmunodeprimido; mi hermana llegó de viaje; estaba contagiada y le transmitió el virus. Él se puso muy mal, estaba muy débil, lo llevamos al hospital de urgencia; de inmediato sacaron la camilla de burbuja, lo metieron y me dijeron: ‘despídase de su hijo’, y nada más le dije: ‘Uri, te veo al rato o mañana, te quiero mucho’, él me sonrió y nunca lo volví a ver, sólo me llamaron para avisarme que fuera por el certificado de defunción”, recordó.

De acuerdo con datos de la Dirección General de Epidemiología, de los menores que han perdido la vida por Covid-19, los más afectados son los de cero a cuatro años, con 301 decesos; le siguen los de 15 a 17 años, con 106; de 5 a 10 años, 76, y los de 11 a 14 años con 64. Por sexo, 248 eran niñas y 299 niños.

Daniela Hernández, ama de casa de 34 años, perdió a Azucena, su hija de 4. Vía telefónica, desde Querétaro, dio su testimonio: “ha sido muy doloroso, se contagió el 3 de julio, la llevamos a un pastel infantil, había pocas personas, pero yo creo que ahí fue. Le dio temperatura, se deshidrató, no podía respirar, la llevamos a un hospital privado donde se murió. Mi hija era mi vida, prácticamente me dejó sin corazón”.

El número de menores fallecidos significa 0.29 por ciento del total de víctimas del virus. Hasta ahora no existe una explicación certera de por qué en los niños representa una proporción reducida en contagios y decesos.

“Hay hipótesis, parece que buena parte de las muertes por Covid-19 se deben a una pérdida de la regulación del sistema inmune, o bien, por un estado de inflamación crónica o sobrepeso, padecimientos que no existen en la infancia. Los niños no tienen esa disregulación del sistema inmune en comparación con los adultos mayores, esa es la hipótesis científica que mantiene hasta ahora la comunidad internacional”, explicó el doctor Alejandro Macías Hernández, infectólogo de la UNAM.