“Parecía que estaban echando el agua desde abajo, en el canal”

“Parecía que estaban echando el agua desde abajo, en el canal”
Por:
  • carlos_jimenez

Debajo de los pedazos de piedra se alcanzaba a ver aquella mano. De ahí provenía el grito. “¡Ayúdenme, ayúdenme!”. Como una pala, con una barreta que usaban como palanca, con las manos… como pudo, un grupo de hombres levantó los escombros que tapaban a la mujer. Y así la sacaron del edificio que se vino abajo en la colonia Del Valle, de la delegación Benito Juárez, una de las más dañadas por el sismo.

Fueron dos edificios de la calle Escocia los que se vinieron abajo por completo. Hasta ayer por la noche, los rescatistas habían sacado de ahí, con vida, a siete personas.

La lista inicial reportaba 19 desaparecidos, pero hasta el cierre de esta edición, los cuerpos de emergencia no tenían corroborado con certeza cuántas personas podrían permanecer debajo de los restos del inmueble.

La gente corría. Algunos gritaban, otros más lloraban. Una cadena humana se formó a lo largo de la calle. Con cubetas o garrafones partidos por la mitad cargaron los escombros que pudieron para llegar al fondo de lo que fue el inmueble en busca de alguien que estuviera ahí.

[caption id="attachment_638378" align="alignnone" width="696"] Personal de la Marina encabezó las labores de rescate.Foto: Especial[/caption]

Adriana alcanzó a salir de su vivienda antes de que ésta colapsara. Estaba en el primer piso cuando comenzó el movimiento y, como pudo, corrió. En short, sandalias y con una blusa de tirantes, ayudaba ayer a quienes estaban haciendo labores de rescate.

“Estaba por meterme a bañar cuando todo comenzó a moverse. Me salí corriendo y empecé a ver cómo se caían las cosas. Primero las lámparas chocaban, luego los mosaicos de las paredes se cayeron, los cuadros, todo se estaba cayendo…”, contó la joven afuera de su edificio.

En un principio, minutos después del sismo de las 13:14 horas, la alerta se concentró en el centro comercial Soriana ubicado en el cruce de Taxqueña y Calzada de Tlalpan, en la delegación Coyoacán. Y es que el lugar se vino abajo y las imágenes que tomaron con su teléfono quienes pasaron por ahí, comenzaron a difundirse por las redes sociales.

El letrero completo de la tienda, pero encima de los escombros, fue la fotografía que corrió como pólvora y que llevó a decenas de personas a acercarse al lugar con el fin de ayudar.

“Estaba aquí a unas cuadras cuando me llegó la fotografía por WhatsApp y entonces vine lo más rápido que pude para ayudar. Dicen que hay personas atrapadas y que hay gente debajo de los escombros, por eso estamos aquí ayudando”, contó Ulises, uno de los voluntarios que se acercó al establecimiento.

Poco a poco la alerta en ese lugar bajó de intensidad. Según reportaron las autoridades, el lugar alcanzó a ser evacuado antes de que se colapsara y no hubo personas que quedaran atrapadas bajo los escombros.

A pocos kilómetros de ahí, en la delegación Xochimilco, las imágenes de los embarcaderos simularon las de un mar embravecido. El agua se agitó y provocó olas que llevaron las trajineras de un lado a otro.

Hubo quienes cayeron de las lanchas, y algunas estructuras de las pequeñas casas se vinieron abajo.

“Parecía que nos estaban aventando desde abajo del agua. Se movía todo de un lado a otro y no había forma de que pudiéramos salir. Cuando ya salimos del agua vimos algunas paredes que se cayeron y unas bardas”, relató María, una turista que estaba en el lugar.

Recorrer ayer por la tarde la zona sur de la capital en motocicleta, era hallar locales cerrados, vidrios rotos, cintas amarillas que impedían el paso por algunas calles, gente caminando mirando hacia arriba…

El tránsito se colapsó. Los sentidos de las calles se olvidaron. Todos trataban de pasar. Hubo quienes incluso decidieron dejar su auto y caminar para acerarse a los lugares donde tenían familiares.

“Ahí dejé el carro, y me vine caminando como 20 calles. Estaba muy preocupada porque están diciendo en los chats que se cayeron escuelas, y edificios y ahí en la casa estaba mi mamá”, relató Karime, una joven estudiante que corrió para llegar a la zona de Coapa, a unas calles del Colegio Enrique Rébsamen.